Pagarse la diversión a base de esfuerzo y don de gentes. Eso es lo que hacen los alumnos del colegio público de Granda que ayer aprovecharon el mercado semanal de Pola de Siero para dar salida a los productos de su huerta con los cuales pretenden financiar alguna actividad que les permita desconectar del trabajo diario en las clases.
Fue hace 14 años cuando el centro creó una cooperativa de alumnos dentro del proyecto Valnalón para despertar el espíritu emprendedor de sus estudiantes. Desde entonces los escolares se encargan de producir su propia mercancía y comercializarla con unos fines que merecen la pena. "El año pasado fuimos a Cabárceno a ver los animales", recuerda el presidente de la cooperativa escolar, Lázaro Montoya, que este año ya baraja nuevos proyectos que deberán ser consensuados. "Queremos ir a los karts, pero como siempre será la asamblea la que decida", apunta el presidente.
No obstante, esas aspiraciones necesitarán de unos fondos que ayer comenzaron a recaudar a través de la venta de plantones de diferentes especies de tomates y pimientos que fueron puestos en el mercado a un precio único de tres euros. Una tarea para la que tuvieron que emplear todas sus armas de persuasión con los clientes. "Tenemos los mejores de todo el mercado", espetaron los alumnos a uno de los primeros en acercarse a su puesto, al que volverán el 10 de mayo junto a otros centros educativos.
"Decidimos venir hoy también porque es en esta época en la que hay más demanda de plantones", comentó la profesora Rita Arnaldos.
