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Los primeros granjeros de Teverga

Las excavaciones realizadas en Berrueño constatan la existencia de un sistema de cultivo cerealístico desde la Edad de Bronce hasta la época tardorromana

Los arqueólogos, trabajando en la finca Las Vallinas de Berrueño (Teverga) en el verano de 2014. REPRODUCCIÓN DE S. ARIAS

La presencia de animales prehistóricos en el Parque de la Prehistoria de Teverga tiene mucho que ver con el pasado del concejo. La excavación arqueológica dirigida por Alfonso Fanjul Peraza en 2014 ha permitido localizar varias fases de ocupación de una granja en Berrueño (Teverga), desde la Edad del Bronce hasta época tardorromana. Así lo anunció el pasado fin de semana, en Astorga (León), en las terceras jornadas internacionales sobre la evolución de los espacios urbanos y sus territorios en el Noroeste de la Península Ibérica.

"Durante años hemos defendido la existencia de estas granjas prehistóricas pese a las dificultades de su hallazgo, debido al paisaje vegetal que cubre Asturias y que hace difícil hallar cualquier resto no monumental en superficie", explica Fanjul. Se trata de la primera granja prehistórica que sale a la luz en Asturias tras una excavación arqueológica.

Así, desde finales de la Edad del Bronce hay un impulso de la agricultura cerealística. En la Edad del Hierro casi el setenta por ciento de las laderas de la zona estaban cultivadas o con pastos. Una producción que se frena con la conquista de Roma que, según Fanjul, rompe las estructuras socio-económicas de los astures.

Una de las tres ocupaciones que han excavado se corresponde, según el análisis de carbono 14, con los años 15 y 20 d.C. "Un momento en el que el campo asturiano sigue en pleno shock después de la invasión romana, y donde se evidencia una potente regresión económica, arquitectónica y material respecto a la granja de la Edad del Hierro", comenta.

Lo que le lleva a plantear que, pese al fin de las guerras astures, la conflictividad continúa de forma latente en Asturias hasta mediados del siglo I d.C., donde ya se observan estructuras romanas estables. Las investigaciones también revelan que en la época tardorromana se recuperan cultivos y pastos, con una importante cabaña de ganado vacuno y una cierta diversidad de cultivos, tanto de cereal como verduras.

"Al igual que en el resto de la Europa céltica, los astures no solo vivían en castros, sino que disponían de granjas y otras formas de hábitat menores", explica. Así es que una de las conclusiones de la investigación es que desde la Edad del Bronce se observa que las granjas combinan la economía rural con pequeños trabajos industriales, destinados a productos de bronce en época prerromana y más orientados a la metalurgia del hierro a partir de época romana.

Fanjul publicará la investigación desarrollada en Berrueño en los próximos meses. Una labor científica que se financió con medios propios y con la colaboración para los análisis de los materiales excavados de investigadores de la Facultad de Biología de Oviedo y del Centro Botánico de Gijón. "También agradecemos la colaboración y ayuda de los vecinos de Sobrevilla, propietarios de la finca Las Vallinas, donde se han realizado los hallazgos", concluye Fanjul.

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