Los alumnos de los colegios de Lugo y de Posada de Llanera se transforman todas las semanas en erizos, gracias a una iniciativa que los centros están llevando a cabo con la ONG La Caracola Iniciativas Sociales. Así se llama el proyecto, "La escuela de los erizos", y estos animales se convierten en un símbolo del modo en el que los niños deben gestionar las emociones. Como ellos, tienen que hacer buen uso de sus púas, los niños tienen que aprender "a quererse con la distancia suficiente para no hacerse daño".

"La escuela de los erizos", según sus promotores, es una escuela creativa y activa para aprender a cuidarse uno mismo y a los demás. Todo empieza por conocerse y reconocerse con los propios límites y potencialidades, con las frustraciones y los retos, mejorar uno mismo para poder compartir y cooperar con los demás, creando buenos vínculos.

Esta propuesta se materializa con distintos proyectos. En el colegio público de Lugo está encaminada a la convivencia y el bienestar emocional. El centro lleva más de 10 años trabajando estos aspectos, y La Caracola contribuye a apoyar sus dos actividades más importantes, la formación de mediadores y constructoras de paz, y los talleres de resiliencia e inteligencia emocional.

En el colegio público San José de Calasanz, de Posada, se trabaja en el recreo con técnicas cooperativas, creativas e inclusivas, con personas que tienen pocas habilidades o dificultades para relacionarse con los demás. Es el programa "Transforma tu patio", en el que los alumnos de quinto curso se forman en dinámicas cooperativas para que sean ellos quienes lleven la voz cantante de forma autónoma en el patio.

Candela Guerrero, coordinadora de la organización, considera "de vital importancia que sean los propios alumnos y alumnas los que se hagan responsables de esta tarea de manera autónoma y solidaria con su espacio". Estos trabajos convierten a los centros de Llanera en punta de lanza de la educación emocional en Asturias.