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Severies quiere seguir entero

Los vecinos de la localidad reclaman el soterramiento de la variante de Posada para evitar tanto las molestias por ruidos como la división de su territorio en dos

Un grupo de vecinos de Severies, delante de la vaguada por la que está previsto que pase la variante de Posada. MANUEL NOVAL MORO

La variante de la carretera AS-17 a su paso por Posada está llamada a disminuir considerablemente el tráfico en la localidad, pero ese desvío de la circulación perjudicará notablemente a otros vecinos, los del barrio de Severies, que han visto sobre el terreno las dificultades que sobre el plano no parecen apreciarse en el proyecto. Dichas dificultades se resumen en dos palabras: aislamiento y ruido.

Como explica Dorine Fornet, portavoz de la Plataforma Vecinal de Severies -nacida recientemente para hacer frente a las necesidades de la localidad-, la variante "va a dividir el pueblo en dos; lo partirá por la mitad y traerá dificultades a mucha gente para moverse de una parte a otra". El proyecto, en un principio, contempla el paso de la carretera por una trinchera de unos diez metros de alto, sobre la que se construirá un puente que constituirá el único paso de una parte a otra del pueblo.

Ahora, haciéndose eco de las reclamaciones vecinales, aparece una nueva propuesta que acabaría en parte con este problema y que ha sido presentada por el propio Ayuntamiento como alegación al proyecto: la construcción de dos falsos túneles que permitan conservar algunos de los caminos y reducir el impacto visual del paso de la variante.

Dichas alegaciones no han recibido todavía el visto bueno, con lo cual no se sabe si se llevarán a cabo. De hacerse, mejorarían notablemente el proyecto en el aspecto relativo a la comunicación. Si no se hace, muchos vecinos se verán notablemente perjudicados. "Hay algunos vecinos que tienen ganado, y estén donde estén, van a tener que ir hasta el único puente para llevarlo de un lado a otro; les perjudicará mucho", apunta la portavoz vecinal. Uno de ellos estará casi aislado y necesitará dar un enorme rodeo para poder pasar de un lado a otro del pueblo.

No obstante, aunque se lleven a cabo los cambios, queda otro escollo por superar: el de los ruidos. Los vecinos dicen que el tramo de variante que quedará sin cubrir en su localidad es, precisamente, aquel que presenta más problemas de ruidos. La carretera pasará por una vaguada que hará de caja de resonancia de todo el ruido que se genere allí. Conservarla tal cual tendría como consecuencia, según los vecinos, un aumento exponencial de las molestias acústicas.

"Ahora mismo, sin la carretera, ya llegan muchísimos ruidos por la vaguada; se oye el tráfico desde varios kilómetros, sobre todo cuando hay viento favorable; entonces, podemos imaginarnos cómo serían los ruidos si se llega a construir como lo tienen previsto", dijo Fornet.

Los vecinos presentaron un escrito de alegaciones, acompañado de 1.670 firmas, en el que solicitaron el soterramiento del tramo de variante que pasa por Severies para evitar todos estos problemas. También habían sugerido que se hiciera tan sólo la primera fase del proyecto, que consistía en construir tan solo el tramo hasta la glorieta entre Posada y San Cucao, porque este es, apuntan, el principal problema del tráfico. "En cuanto quiten ese tráfico y el paso de camiones de San Cucao, se notará mucho". Aseguran que los estudios sobre el tráfico se hicieron hace años, cuando éste era mucho más abundante que ahora.

Esta propuesta de que se haga en dos fases no ha sido bien recibida, pero confían en que se lleve a cabo el soterramiento para evitar que acaben con el bienestar en su pueblo. Dicen que se ha hecho en otras partes y que en Llanera también se puede hacer.

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