La economía se recupera, aunque de forma lenta, o al menos eso dicen los productos de jardinería. Si no que se lo pregunten a Bruno Noval, titular de un puesto de plantas y flores en el mercado semanal de la Pola, que en la jornada de ayer apenas tuvo un respiro ante una creciente demanda que, si bien es habitual en el mes de mayo, parece haber repuntado respecto a los últimos años.
Este poleso, de 41 años y que lleva 23 dedicado al sector, despachó ayer numerosos geranios, surfinias e impatiens de Guinea. Estas tres especies son las más demandadas por unos compradores que se encuentran en estas fechas poniendo a punto sus jardines. "Sin duda es lo que más se vende", declara este tendero, que oferta las plantas a un precio medio de unos dos euros, salvo excepciones. "Si hay alguna de menor calidad la puedo rebajar hasta 1,20", apunta.
En lo que respecta a las tendencias, sostiene que cambiaron de manera considerable en las últimas décadas. "Antes el geranio era el que más acaparaba, si bien ahora puede decirse que se encuentra en el tercer puesto entre la terna de productos estrella", explica este experto, que también reconoce que los compradores de este tipo, o compradoras más bien, son bastante exigentes.
De todos modos, el auge de las flores llegó más tarde de lo habitual debido al mal tiempo que presidió gran parte de abril. "Como llovió tanto la gente esperó más de lo habitual para preparar el verano", dice acerca de unas plantas de exterior en las que está especializado. "Es nuestro fuerte, pues en las de interior no podemos competir con las floristerías", admite para luego puntualizar que, pese a la espera, las aguas mil de abril no le fueron del todo mal. "Si todos los meses del año fuesen como este abril, la situación sería inmejorable", destaca, a la vez que se muestra muy satisfecho, en términos generales, por la que considera una de las mejores temporadas en mucho tiempo. "Puedo asegurar que estoy notando cierta recuperación económica", señala Noval, que dice haber sufrido como el que más los recortes en el gasto diario de las familias desde 2008. "Ahora se nota un poco más alegría y podemos hablar de los famosos brotes verdes", comenta con cierta euforia por la buena jornada de ventas.
