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"Cubera" defiende que el futuro de la ría lo decida "la gente que está a su alrededor"

"Que tenga un nivel alto de protección no debe ser sinónimo de exclusión", defiende Ángel Valle, que modera un debate sobre el estuario

Un barca navegando en la ría. MARIOLA MENÉNDEZ

"¿Tiene futuro nuestra ría?" Ésta es la cuestión sobre la que la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa "Cubera" abrirá un debate esta tarde, a las siete y media, en la Casa de los Hevia. Aunque el vicepresidente del colectivo, y moderador del acto, Ángel Valle, ya advierte que "es una pregunta retórica porque tenemos claro que la ría tiene futuro". También están convencidos de que ese futuro del estuario debe "decidirlo la gente que está alrededor, y parece que la administración no lo tiene tan claro".

"Cubera" también critica que la normativa regional "mira más por cumplir con los objetivos de Bruselas (Unión Europea), con los expedientes administrativos, que por los intereses de los vecinos". Y, según Valle, esta situación "genera incomodidad y enfrentamientos entre los colectivos locales" porque ornitólogos, naturalistas, pescadores y quienes practican piragüísmo defienden cada uno sus propios intereses, a veces incompatibles entre sí. No cree que la solución sea culpar al otro, sino que lo que toca, dice, es "sentarse a hablar para llegar a un acuerdo". Por eso el objetivo de este debate que promueve "Cubera" es "realizar un seguimiento de la actividad de la ría para que sea algo vivo, no un recinto prohibido y cerrado".

Estará en la mesa Eva Solé, representante de "Cubera" en el Foro de Participación de la Ría, un instrumento que, a su juicio, "no aporta nada" y está "carente de funciones". El estuario "tiene todo el futuro que queramos. Pero administraciones y ciudadanos tenemos que definir cuál es el que queremos y qué hacer para que ese futuro deseado llegue a término", apuntó Solé.

Ángel Valle explicó que también quieren abordar el asunto de si hay opciones empresariales compatibles con la conservación del estuario y qué usos se le pueden dar. Carlos Rojo, que intervendrá en la mesa, es un empresario "que pretende vivir en y de la ría", apuntó el moderador del debate. "Las administraciones tienen que trabajar con verdadero interés y de forma coordinada", destacó Rojo, que insiste en que las empresas de turismo activo, como la suya, "no son perjudiciales para el entorno" y las ve como un "gran apoyo que la administración no sabe utilizar. Somos los principales interesados en que la ría vaya bien", insiste; en caso contrario, su futuro sería incierto.

El biólogo y profesor de Ciencias Bernardo Busto, un gran conocedor de la marisma maliayesa, dará la visión del naturalista y conservacionista. "¿Es compatible la protección del espacio con algo más?", es una de las cuestiones que le planteará Valle porque en "Cubera" están seguros de que "tener un nivel alto de protección, no es exclusión". Busto sostiene que el futuro de la ría pasa, en primer lugar, por "cumplir la normativa, que no se cumple". Además, defiende que "los usos que hay ya son suficientes y no se deben fomentar más", por el bien de la conservación del estuario, con alto interés biológico y ecológico.

El debate lo abrirán los tres protagonistas de la mesa, junto con Ángel Valle, "pero buscamos la participación de los vecinos", anima a intervenir el moderador. No obstante, quieren dejar en un segundo plano asuntos como la contaminación (el estuario lleva cuatro años cerrado al marisqueo por E.coli) "para poder avanzar". Rechazan centrarse "sólo en este problema", cuya solución no está en sus manos, y prefeiren abordar el asunto desde una perspectiva más global con la intención de tratar la definición del futuro que desean para la ría.

En "Cubera" no quieren que el debate se quede sólo en la Casa de los Hevia, pretenden ir más allá. "Lo interesante es que pudiéramos sacar un grupo de trabajo, un documento... algo", confía Ángel Valle. Pero, claro, dependerá del desarrollo del debate. Lo que sí deja claro es que "'Cubera' lo inicia, pero no hay interés en capitalizar nada". Insiste en que de lo que se trata es de realizar "un seguimiento de la actividad de la ría para que sea algo vivo y no un recinto prohibido y cerrado". Para lograr que tenga una futuro debatirán y abordarán cuestiones como las prohibiciones que pesan sobre esta reserva parcial natural de gran valor ecológico, el espacio físico en sí y dilemas como si se deben seguir conservando los porreos (terrenos ganados al mar) o si ya no son necesarios. Ángel Valle critica que, por ejemplo, el Principado invirtiera cantidades importantes de dinero en su protección y ahora esté dejando caer las cárcovas o muros. La decisión de si se mantienen o no debe "tener un sentido" porque, en general, piden que exista "un criterio claro para la ría".

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