Una de las dos casas en ruinas que más preocupaba al Ayuntamiento de Pravia, la de Argüelles, ha sido derribada. El inmueble, del que ya sólo quedaban unos muros construidos hace veinte años, ha sido demolido por el propietario, Jesús Álvarez Arango, tras recibir el requerimiento municipal. Álvarez quiere que su gesto sirva de ejemplo: "Esto cuesta dinero pero hay que cambiar la imagen de la villa".

Por su parte, el alcalde, David Álvarez (PSOE), se mostró satisfecho por la rapidez de ejecución del propietario y por dejar zanjado un punto de insalubridad cercano a dos colegios de la villa al primer aviso. "Es un paso importante, junto con el esqueleto del parque, eran nuestros objetivos de mandato por el mal estado que presentan", comenta.

La Casa Argüelles ha quedado a ras de suelo y han rellenado con piedras y arena la parte baja. Asimismo cerrarán la finca con valla metálica. Por el momento no habrá más obras en el solar, aunque Álvarez tiene ya un proyecto para la construcción de once viviendas con aparcamiento. El desarrollo arquitectónico también prevé unas pistas de pádel en el sótano. "Vamos a esperar a ver si el mercado se anima, mejora la cosa y podemos ejecutarlo", señaló. El derribo de la casona es un paso hacia adelante en la recuperación estética del casco antiguo de la villa praviana.