"Visto el éxito el año que viene seremos muchos más". Así de rotunda se mostraba ayer María del Carmen Fernández, la primera mujer que llegó a coger sitio en las mesas habilitadas para la primera comida popular de San Isidro Labrador celebrada ayer en Posada, en la que cientos de personas degustaron una fabada y muchos más platos elaborados para pasar una jornada de confraternización.

El caso de Fernández fue el más excepcional de todos, pues esta carnicera jubilada de Posada llegó nada menos que con cinco horas de antelación. "Fui a la peluquería a primera hora y a la vuelta ya vine con mi tortilla y mi carne empanada", comentó, para a continuación no escatimar en halagos hacia una actividad a la que sólo le ve el lado positivo. "Es algo excepcional que debemos agradecer y apoyar participando de forma masiva". De paso, presumió de un gran plato de arroz con leche elaborado por su amiga Lucina Suárez.

El evento sirvió también como excusa para reunir a familias vinculadas al concejo que por distintos motivos ahora se encuentran diseminados por distintas localidades. "Si no llega a ser por esto estaría en Estoril", comenta una Carmen Prendes que se crío en Coruño junto a sus tres hermanos con los que, junto a otros familiares, compartieron mesa y mantel. "La copiamos de Avilés, pero está más que bien copiada", apunta su hermano Fernando Prendes, afincado en la villa del Adelantado. Otras que no perdieron la oportunidad de tomar parte de la cita fueron las integrantes de la asociación de mujeres de Llanera, que se quedaron encantadas con la fabada para 500 comensales preparada y distribuida por un grupo de media docena de cocineros y camareros.

"Queríamos contribuir a impulsar esta actividad que nos parece muy positiva", indicó la presidenta del colectivo, Leontina Alonso.

También hubo quien aprovechó la comida para sembrar la semilla de un nuevo movimiento social. Es el caso de un colectivo de discapacitados que se está planteando asociarse y decidió reservar una mesa para estrechar lazos y concretar sus planes de futuro. "Queremos trabajar por la integración", declaró Javier Jorna, uno de los promotores de la nueva asociación.

Un balance positivo que también comparten los organizadores, que no pararon de recibir felicitaciones por los participantes y demostraron ser previsores con la colocación de un carpa que tenía la función de servir de protección para una lluvia que al final no apareció.