El acto central de las fiestas de la Virgen de la Cabeza se celebró ayer en el santuario de Meres con una asistencia multitudinaria de fieles. Como cada año, los devotos que quisieron acercarse a rezarle a la Virgen y a tocar su imagen se contaron por centenares.

Pero ayer también destacó una intención del párroco de Tiñana, Alejandro Díaz Noval, y de la gente del entorno del santuario: acometer cuanto antes la renovación de sus dependencias.

El cura destacó, poco antes de que terminara la celebración, que está tratando de recabar fondos para acometer, en primer lugar, las obras más necesarias y, posteriormente, culminar un proyecto que quedó truncado en los años noventa del siglo pasado y que, desde entonces, ha permanecido en barbecho sin que nadie lo tratase de retomar.

Díaz Noval sí quiere hacerlo, en primer lugar por una necesidad apremiante: la de reparar la cubierta de la capilla, que se encuentra en malas condiciones. Antes, tiene que recabar los permisos de la Consejería de Cultura del Principado, que espera que lleguen pronto.

Posteriormente, llegaría el momento de acometer las otras actuaciones, las que rematarían el proyecto inicial. En primer lugar, la construcción de una homilía y unos cuartos de baño, pendientes desde entonces. En el proyecto inicial también se contaba con plantar dos líneas de cipreses a continuación de los muros de la parte cubierta frente a la capilla. Por último, se trataría de instalar la campana. "Tenemos campana, pero no tenemos dónde colocarla", indicó el cura al respecto.

Ofició la misa solemne el vicario de la zona centro de Asturias, Antonio Vázquez, quien antes de dar la bendición añadió a las palabras del sacerdote: "No tenéis dónde colocar la campana, pero tenéis la Virgen, que es muchísimo, y con eso no os falta nada".

Destacó, por otra parte, la belleza de la imagen que atesoran los fieles de Meres: "La Virgen tiene unos ojos muy serenos, siempre con ternura mirando a los hijos, y el hijo unos ojos muy abiertos, muy avispado, siempre pendiente de todos".

Vázquez felicitó a las madres: "no os canséis nunca de educar a vuestros hijos en los valores del Evangelio, de la misericordia, y que nunca nos cansemos de acudir a la Virgen de la Cabeza pidiendo para cada uno de nosotros misericordia" e invitó a todo el mundo a disfrutar de la fiesta: " que paséis un buen día, que disfrutéis de los vuestros y si podéis comer, también, hoy nada de dietas", concluyó.

Como dicta la tradición, la Virgen de la Cabeza salió en procesión por el entorno del santuario para volver a la capilla, donde los fieles hicieron cola para tocar la imagen y recibir su bendición.

Entretanto, al pie de la capilla volvían a encenderse más de 300 velas en honor a la Virgen, gracias al trabajo de Mari Carmen Rey, Elena Mourazos y Carmen García. La banda de gaitas "El Piñote" caminó al frente de la procesión, tocó el himno de Asturias y amenizó la sesión vermú.

La alegría y la devoción fueron de la mano en todos los actos. Sirva como ejemplo la frase del cura de Tiñana cuando, poco antes de la bendición final, sonó un móvil inoportuno: "Mirad a ver si ye Dios, que lu cojo yo".