"La gran aportación de Asturias al Camino de Santiago fue el azabache porque se convirtió en el amuleto de la peregrinación durante más de 500 años". Lo afirma Ángel Cardín, experto mundial en azabache y también en el Camino, que inaugurará el próximo día 28 el II Encuentro Jacobeo en Tierras Maliayas, que organizan la Fundación José Cardín Fernández, el Ayuntamiento de Villaviciosa y la Agrupación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago del Norte. Cardín explicará, precisamente, la importante vinculación del azabache de Villaviciosa con el Camino de Santiago.
Destaca, a este respecto, que supuso un "negocio importantísimo", como corrobora un documento de 1581 que certifica que un pequeño comercio de la ciudad gallega realizó un pedido de 60.000 piezas de una sola vez a Villaviciosa. Se vendían millones de figuritas realizadas con este lignito jurásico al que se le atribuyen propiedades mágicas.
La importancia del gremio de los azabacheros también da idea de la relevancia que el sector tenía en Santiago. Los últimos cien metros del trayecto de la Ruta Jacobea se llaman rúa Azabachería, al igual que la fachada norte de la catedral y la pequeña plaza que está enfrente. Los maestros artesanos del lignito y los plateros eran los dos gremios más influyentes, resalta Ángel Cardín.
Este piloñés afincado en Galicia y al que el azabache ha unido con Villaviciosa indica que actualmente en Santiago de Compostela quedan unas cuarenta azabacherías y el azabache "sigue estando presente". Pero inevitablemente no dejan de mirar hacia Les Mariñes con la esperanza de que, de una vez por todas, se reabra la tan demandada y necesaria mina que les suministre material. "Me preguntan qué pasa con la mina", comenta Cardín.
No es sólo un clamor para los artesanos de la región, que llevan años teniendo que arreglárselas con restos de escombrera y denunciando la intromision de azabache extrajero de peor calidad. Los gallegos también dependen del suministro asturiano, pues el de Villaviciosa está considerado el mejor azabache del mundo, junto con el de Whitby (Inglaterra), ya agotado. Pero el empresario que tiene la concesión para explotar la mina no acaba de ver del todo viable el negocio, por lo que el proyecto no ha salido adelante y el gobierno local busca otras opciones para impulsar la reapertura. Además de una actividad económica, el azabache forma parte de la cultura y la tradición de Asturias y de Villaviciosa.
Ángel Cardín recuerda que el 1 de diciembre está dedicado a los azabacheros. Hace unos años, en Santiago de Compostela, le rindieron homenaje al que está considerado el último minero del azabache, Tomás Noval, de Oles, ya fallecido. Pero Cardín echa en falta que hubiera tenido un reconocimiento en vida, en su tierra. Fue quien en los últimos años suministró materia prima a la mayoría de los artesanos. "En Asturias nunca se le hizo nada", destaca este experto, que resalta que la cultura del azabache "forma parte de la historia del Principado".
Durante el II Encuentro Jacobeo en Tierras Maliayas habrá también una exposición de piezas realizadas con este lignito jurásico por los artesanos asturianos de la asociación "Azebache". El público votará la creación que más le guste, que será premiada.
Pero, además de resaltar la importante vinculación de este resto fósil maliayés con la Ruta Jacobea, en el encuentro se abordarán otros asuntos como los "Caminos del Norte, Patrimonio de la Humanidad". Rafael Sánchez Bargiela, gerente de Xacobeo; María Josefa Sanz, historiadora de la Universidad de Oviedo; Otilia Requejo, directora de Patrimonio del Principado de Asturias, y María Azcona, técnico superior del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, debatirán en una mesa redonda.
Asimismo, en este encuentro invitan a convertirse en peregrino por un día y a disfrutar de uno de los tramos más actractivos en su llegada a Villaviciosa. El recorrido dura hora y media y se parte a las 16,30 horas. Habrá un concierto de música barroca en la iglesia de La Oliva, a las 20 horas.
