El grupo municipal de Izquierda Unida en Noreña aseguró ayer que la sanción de un millón de euros impuesta por la Agencia Tributaria a la empresa Junquera Bobes por infracciones en relación a la declaración de su actividad en la gestión económica del Matadero Central de Asturias demuestra "la rentabilidad" de la que fuera la industria más importante del concejo hasta su cierre en julio de 2014 y exime de responsabilidad a los trabajadores por el cierre de las instalaciones. La formación asegura que la sanción "es una buena noticia"; aunque recuerda que "no sirve para resolver el futuro de los trabajadores y trabajadoras", sí para "hacer recapacitar a varias personas". A este respecto, recuerdan que "un miembro del actual equipo de gobierno local" manifestó en su día ante los medios de comunicación que "los trabajadores eran los responsables del cierre y que la empresa no era rentable". Asimismo, insta tanto al Principado como al gobierno municipal a que estén "vigilantes" ante la concesión de posibles ayudas para la reactivación de la actividad, que piden esté supeditada a "reincorporaciones" de la antigua plantilla.