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Grado

Vespas y Lambrettas salen del garaje

El recién creado Club Vespa Grado organiza mañana una marcha para recorrer el concejo, Candamo y Pravia, culminada con una corderada a la estaca

Víctor Álvarez, Javier Pérez, Josechu Fernández, María Fernández y Jesús Feito, con Candela Pérez agachada. s. arias

Son piezas casi de museo y en Grado hay alrededor de una docena. Las motos Vespa y Lambretta triunfan entre los jóvenes más modernos en el último tiempo, símbolo retro para los hipsters. Pero también hay quien lleva años de afición y pasión por los vehículos italianos. Así es que se acaba de fundar el Club Vespa Grado para dar cabida a los amantes de las motos y que iniciará su atividad con una concentración mañana, 22 de mayo, en la que participarán ochenta motoristas. "Es un vicio", asegura Jesús Feito, uno de sus integrantes y propietario de dos Vespa.

El grupo decidió unirse en una asociación después de llevar años compartiendo rutas y concentraciones alrededor de Asturias. Y el objetivo es que la próxima quedada motera se convierta en una tradición del concejo moscón. "Queremos que Grado signifique motos Vespa y Lambretta y vamos a trabajar para darle una continuidad a la concentración", comenta. Y eso que el mantenimiento de estos vehículos no resulta nada fácil, datan de las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y noventa del pasado siglo y para muchas de ellas ya no hay solución. "El esfuerzo que hace la gente por conservar las motos es mucho porque, por ejemplo, ya no se fabrican los carburadores y hay muchos problemas para encontrar piezas para motos de más de 35 años", señala Javier Pérez, miembro del club.

Uno de los principales motivos que atrae a los amantes de estas motos es el encanto de lo clásico, dice Víctor Álvarez, "son las motos de las películas italianas, salían siempre y tienen su encanto porque están restauradas". Las motos de toda la vida, como dice Feito. Él cuenta con dos que ha ido reparando poco a poco y con las que disfruta de paseos y acude a rutas y concentraciones.

De hecho, aseguran que no es lo mismo comprar la moto rehabilitada que hacerlo por uno mismo. Sin embargo, ir arreglando la moto pieza a pieza resulta mucho más costoso para la cartera. Pero el placer de conseguir una Vespa reluciente tras el esfuerzo económico, que ronda los 3.000 euros, y la dedicación no tiene comparación con nada.

Tan sólo con disfrutar de ella. Así es que la primera actividad que hará el Club Vespa Grado será una concentración que reunirá en la villa moscona a un centenar de amantes de Vespa y Lambretta. El punto de encuentro será el parque de Arriba, a las 10.30 horas. Mientras realizan la inscripción y se les entregan los dorsales acreditativos, los moteros disfrutarán de un aperitivo a modo de bienvenida.

Acto seguido partirán rumbo al puente de Peñaflor para subir a Cuero (Candamo) y dirigirse hacia Pravia. Allí tomarán la antigua carretera a Cornellana (Salas) para regresar de nuevo a la villa moscona. Un total de cincuenta kilómetros para el disfrute de los moteros. "Iremos despacio, entre 60 y 70 kilómetros por hora, así es como se disfruta de estas motos y del paisaje", detalla Feito.

Tras la ruta motera habrá una comida para todos los participantes. Un clásico de este tipo des capadas: cordero a la estaca. Tras disfrutar de la carne, los moteros se divertirán por el centro de la villa. "Esperemos que salga todo bien, que guste a los que vengan y podamos repetir más veces y hacer de la concentración de Vespa y Lambretta de Grado una cita ineludible cada año", concluye Jesús Feito.

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