La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las carreteras, frente abierto

Los vecinos de Cayés, Pando y Castañera piden agilidad en la solución a sus problemas viales, y Severies, el soterramiento de la variante prevista

Pendientes de la variante. Un camión cruza el puente de Cayés. M. NOVAL MORO

Llanera está atravesada por carreteras importantes, lo que le da una ventaja en muchos aspectos, pero también le acarrea inconvenientes, casi siempre relacionados con las molestias del tráfico. Y los vecinos piden que se tomen medidas para solucionar los problemas y evitar que vayan a más.

Los que más llevan esperando son los de Cayés, que reclaman una variante que evite el paso del tráfico pesado por la parroquia. En su caso, la solución parece cada vez más cerca. A principios de este mes se aprobó la resolución de la Consejería de Infraestructuras en la que se somete a procedimiento de impacto ambiental el estudio informativo de la variante, primer paso para llevar adelante la actuación.

Existen tres alternativas para el trazado de la variante, y tanto los vecinos como el Ayuntamiento de Llanera se han decantado por la número tres, que propone un trazado paralelo a la línea del ferrocarril que usa la empresa Arcelor para sacar el mineral de su explotación, y que tiene un coste de en torno a 1,5 millones de euros. El presidente de la asociación de vecinos de Cayés, Luis Álvarez, ha dicho que "ya toca que nos hagan caso y acaben con el problema después de cincuenta años".

El otro gran frente del tráfico es Posada, pero la solución no está exenta de conflicto. Porque construir la variante de la carretera AS-17 implicará reducir el tráfico en la capital del concejo, pero perjudicará a un grupo numeroso de vecinos, los de Severies.

La variante atravesará el pueblo por una trinchera de unos diez metros de alto que lo va a dividir en dos. En un principio, la obra preveía un único puente para atravesar la trinchera desde una parte a otra del pueblo, y el Ayuntamiento de Llanera ha propuesto en las alegaciones que se construyan dos falsos túneles para conseguir dos pasos más sobre la variante.

No obstante, los vecinos consideran que no es suficiente. Piden que se soterre el tramo que atraviesa el pueblo para, entre otras cosas, evitar el ruido que se formará, dicen, en la principal vaguada de la zona. "No son muchos metros, creemos que el coste no será excesivo; si no lo soterran va a haber muchísimo ruido; ahora, sin la variante, ya hay mucho", apunta Dorine Fornet, portavoz de la plataforma vecinal.

Asimismo, Lugo tampoco está libre de complicaciones viales. La principal de ellas, la carretera de Pando, que comunica la villa con la rotonda del polígono de Silvota. No obstante, este problema parece el que más cerca tiene la solución, porque la reparación de la vía está ya adjudicada.

Aparte de los problemas que acarrea para los vehículos el mal estado de la calzada, los vecinos reclamaban un paso peatonal desde Pando hasta Lugo, ya que esta carretera es el único paso que utiliza la gente.

Pero Pando tiene otro problema pendiente: el camino de Castañera. Hasta hace unas semanas, el principal problema eran las inundaciones en el entorno de La Morgal, que impedían el paso a los coches, y donde incluso un hombre llegó a quedar atrapado con su vehículo. Se han hecho labores de drenaje y canalización del agua que han evitado el problema, pero los vecinos piden que se arregle el camino entero, que tiene muchísimos baches y presenta abundante agua en las cunetas en varios tramos.

El cura de Lugo de Llanera, Ignacio Gallo, que tiene una casa de acogida en la zona, señala que "aunque hay una partida económica para tapar los baches del camino, no sirve para mucho, porque no arregla el problema; lo único que va a pasar es que el camino sea más alto y las cunetas más peligrosas, esa solución no es la más adecuada".

Compartir el artículo

stats