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Valentín Andrés, más números que letras

El ilustre moscón, conocido por su obra literaria, fue quien introdujo la economía moderna en España y puso las bases del Estado del bienestar, asegura el catedrático Joaquín Lorences

Valentín Andrés, trabajando en sus últimos años. S. ARIAS

"El Estado del bienestar que tenemos en España tiene una importante deuda teórica con Valentín Andrés, fue el introductor de la economía moderna y de las ideas esenciales que lo garantizan", asegura Joaquín Lorences, catedrático de Teoría Económica de la Universidad de Oviedo. La aportación que hizo Valentín Andrés Álvarez como economista es quizá su faceta más desconocida pese a la importancia que tuvo, siendo el introductor de la economía marginalista en España y el primero en dar clase en la Facultad de Economía en el Caserón de la calle San Bernardo de Madrid.

Sin embargo, la economía llegó a Valentín Andrés sin esperarlo. Era un joven que había hecho estudios de farmacia, física y matemáticas. En los años veinte del pasado siglo se fue a París a estudiar astronomía y quiso la suerte que una buena tarde, en la biblioteca de La Soborna, se cruzara con un libro de Pareto sobre el método de las ciencias naturales aplicado a la economía. "Despertó en él la vocación y le encantaba contar que le atrajo ver cómo representaba matemáticamente el proceso de regateo en un mercado", detalla Lorences.

El rigor matemático con el que Pareto planteaba la economía fue lo que le llevó al estudio del área. Embebido por autores como Walras, Heavons, Marshall y el alemán Stackelberg, Valentín Andrés consiguió que España pasase de una economía historicista, dominada por leyes que se cumplen independientemente del contexto histórico, a una economía marginalista o moderna, que llegó con cincuenta años de retraso al país. "España era un país subdesarrollado y empobrecido enormemente", puntualiza el economista, natural de Salas.

"La economía marginalista es más matemática y permite hacer previsiones y facilitar la acción de gobierno de forma cuantitativa porque mejora la capacidad de conocimiento", comenta Lorences. La pregunta que planteó Valentín Andrés fue: "¿cómo funcionan los mercados?", y estableció los indicadores sintéticos de mercado con los que trataba de estudiar su funcionamiento, un retrato de la economía española, de sus sectores y sus relaciones "imprescindible", en opinión de Lorences, para la política industrial.

Con todo, en España se desconocía por completo la estructura sectorial de la economía nacional ni sus interrelaciones, por lo que el ilustre moscón fue el primero en hacer estadísticas sobre el comercio exterior, a dónde se exportaba o dónde había ventajas, entre otros. "Sin este estudio no hubiera sido posible tomar decisiones políticas económicas y evaluar sus consecuencias, así como evitar efectos indeseables o poder adelantarse y corregirlos, se pasa de un gobierno a ciegas en materia económica, con el historicismo, a un gobierno económico basado en datos y el análisis de la realidad", sostiene Lorences.

La teoría económica que impulsó Valentín Andrés se expandió como la pólvora entre los estudiosos de la materia, y con mucha más fuerza desde que se creó la primera Facultad de Ciencias Económicas de España a mediados de la década de los cuarenta. Él fue el primero en dar una clase de Teoría Económica como una ciencia independiente, con el uso de unas matemáticas muy sofisticadas, y trajo a importantes economistas a la facultad, que permitieron a los estudiantes obtener una visión más global de la economía.

Un detallado estudio de la realidad económica del país que permitió muchos avances por aquel tiempo y que son hoy la realidad económica española. "Se definía como liberal, aunque atemperado, me atrevería a decir que una suerte de liberal y socialdemócrata porque aunque confiaba en la libre empresa, la iniciativa privada y la propiedad privada como los fundamentos de cualquier economía moderna, era consciente de que la libertad individual y la libre empresa pueden determinar abusos y ser necesaria la intervención del Estado", estima el catedrático.

Una sensibilidad social que unida a un conocimiento profundo de la economía le permitió postular que era necesaria la presencia del Estado para determinar las reglas de juego de la libre empresa, así como para evitar que la competencia se desvirtúe con pactos entre los empresarios y concentraciones empresariales que permitan abusos de poder. "Creía que cuando en un sector existía monopolio, debido a circunstancias técnicas (rendimientos de escala creciente), la empresa privada debe ser sustituida por una empresa pública en ciertos sectores de interés social", explica Lorences.

En ese sentido, Valentín Andrés también creía que el Estado debería intentar conseguir objetivos sociales esenciales, como ejemplo la Seguridad Social. Un mecanismo para atenuar las consecuencias negativas de la economía y que la gente, como ejemplifica Lorences, pueda continuar recibiendo asistencia sanitaria a pesar de las crisis.

Es éste un retrato de la economía que estudió y propagó el destacado moscón y que hoy su actualidad está vigente. Por eso, Lorences asegura que Valentín Andrés tiene un lugar destacado en la historia del análisis económico en España e incluso en Europa. Valentín Andrés fue una persona muy inteligente, sensible e interesado en todo lo humano, un genio en el campo literario pero, sobre todo, "puso los cimientos imprescindibles para el conocimiento moderno y matemático de la economía española".

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