En Nava aún no se pueden creer que su profesor de yoga durante hace más de 20 años haya fallecido. La noticia cayó como un jarro de agua fría entre sus alumnas y quienes conocían a este sierense de 56 años. Paulino Dapía Fernández murió el lunes, arrollado por el tren, en Pola de Siero.

"¡Cómo no vas a sentirlo! Muchísimo...", reflexionaba ayer, tras conocer la luctuosa noticia, Álida Crespo. Reconoce que era "un hombre muy querido" en Nava y, al igual que ella, el resto de mujeres que acudían a sus clases de yoga en el polideportivo municipal están muy impactadas. "¡Qué sorpresa! Fue un susto tremendo", lamenta incrédula esta naveta. Explica que la misma conmoción sienten sus otras compañeras de clase: Clarita, Blanca, Rosi, Cruz..., que también se quedaron impactadas cuando conocieron lo ocurrido.

El fallecimiento de Paulino Dapía Fernández ha obligado al Ayuntamiento de Nava a suspender las clases de yoga por este curso y hasta que comience el próximo, en octubre. Así se lo fueron comunicando ayer a las alumnas, explica Álida Crespo.

Pero, además de impartir esta disciplina, Dapía también fue técnico del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), con sede en Villaviciosa, donde también impactó el repentino fallecimiento de Dapía. Impartió cursos sobre poda de invierno en el manzano.

El cadáver será recibido esta tarde, a las cinco, en la iglesia parroquial de Santa Marta de Carbayín Bajo (Siero), de donde era natural. Tras el funeral de cuerpo presente, recibirá sepultura en el cementerio parroquial de Valdesoto. La capilla ardiente está en la sala 4 del tanatorio de Siero.