La faba gana terreno en Argüelles (Siero). Los miembros de la sociedad civil "San Martín", cooperativa en la que se agrupan los productores de faba de la localidad sierense -que cuenta con Indicación Geográfica Protegida (IGP)-, han ampliado en seis hectáreas, hasta un total de veinte, los terrenos dedicados a la plantación de la cosecha de este año. Unas tierras que ahora los productores están sembrando.
"Vamos con un pelín de retraso, aunque no mucho. Otros años hemos plantado más tarde", reconoce Santi Galán, uno de los productores de la cooperativa sierense. El motivo de este pequeño retraso es la adversa meteorología. "Aún la semana pasada cayó una tromba de agua de miércoles. La tierra tragó mucha agua, y ahora este calor no nos viene bien", explica Manuel Álvarez, que estima que se ha logrado plantar ya en torno a la mitad de la cosecha.
"Si el tiempo nos ayuda un poco, en una semana acabamos de plantar toda la cosecha", sostenía Galán en la mañana de ayer. Al mediodía, no obstante, todo se torció y sobre la zona cayó un buen chaparrón. Los agricultores de Argüelles, en todo caso, continúan trabajando con vistas a completar la siembra lo antes posible.
Aunque los productores eluden cifrar cuántas toneladas de faba podrían sacar en el caso de lograr una buena cosecha, sí precisan que en años de bonanza sus fincas han llegado a dar una media de 1.300 kilos de faba por hectárea, llegando a los 1.500 en algunos terrenos. Así, con una buena cosecha la cooperativa podría obtener entre 26 y 30 toneladas.
Para llegar a estos guarismos, no obstante, deberían darse unas condiciones excepcionales. El retraso en la siembra, en todo caso, tampoco tiene por qué implicar que la cosecha no vaya a ser todo lo buena que esperan en Argüelles. "Veremos a ver cómo viene el verano y, sobre todo, la seronda. Esto será crucial para ver cómo será la cosecha", sentencia Galán.
Así, los productores prefieren mantener la cautela respecto a las dimensiones de la futura cosecha y piensan, únicamente, en poder sembrar sin mayores complicaciones. La cooperativa, además, sigue ensayando nuevas técnicas para potenciar sus cosechas y preservar las fabas con mayores garantías. En estos últimos años, los de Argüelles habían ensayado con el acolchado, que consiste en colocar unas bandas de material plástico biodegradable sobre las zonas plantadas, para proteger la semilla de malas hierbas y de las inclemencias del tiempo, y ayudar además a su germinación.
Este año han optado por aparcar, al menos de momento, esa técnica: "Los rollos del acolchado hay que encargarlos, y con la incertidumbre de este año y la ampliación de terrenos íbamos algo justos. Además, algunos productores tienen dudas sobre el mejor método, así que hemos optado por usar herbicida este año, que es más económico y menos laborioso. Vamos a ver cómo va, como funciona, y a futuro ya veremos qué técnica nos viene mejor", explica Santi Galán.
En cuanto a las fabas, los productores de Argüelles plantan, en un 90%, fabas autóctonas y de la variedad andecha. Además de estos dos tipos asturianos, los productores trabajan con otras tres variedades, aunque en un pequeño porcentaje de terrenos.
"Plantamos en torno a una hectárea de verdina, una faba que se suele preparar con marisco, y luego media hectárea de roxa y otra media de xana'. Porque la faba asturiana es la que más trabajamos y la que mejor se vende, pero de éstas también hay demanda", explica Galán.
La sociedad civil "San Martín" engloba a los productores de faba con IGP de Argüelles, un total de seis en la actualidad. Esta cooperativa comercializa sus fabas bajo la marca "Vegargüelles", de prestigio reconocido en toda la región. Suelen presentar la cosecha a principios de año, con una feria que se celebra en la propia localidad de Argüelles.
El año pasado, la cosecha se limitó a diez toneladas, a pesar de que los de Argüelles esperaban cerca del doble después de una primera ampliación de sus terrenos de plantación. Mas este relativo revés no desanima a los productores, que persisten en su plan de aumentar la cosecha.
