Decenas de alfombras engalanaron las calles del centro de Candás para la celebración del Corpus Christi. La mañana amenazaba lluvia, y ésta apareció al inicio de la misa solemne del día del Cuerpo de Cristo, en torno al mediodía. El entorno de la iglesia de San Félix se convirtió en esos momentos en un reguero de paraguas que, afortunadamente, pudieron plegarse para el inicio de la procesión, que arrancó de la parroquia en torno a la una menos cuarto. Del templo candasín partió un séquito de unos 40 niños que precedían a la Custodia, portada por el párroco José Manuel García, y que en todo momento fueron acompañados por la Banda de Música, con Xuacu Llaneza a la batuta.

La comitiva recorrió las calles Bernardo Alfageme, Valdés Pumarino, Santolaya, Estrecha y Doctor Braulio Busto para llegar a la plaza de La Baragaña; desde donde volvería a subir por Bernardo Alfageme para regresar al templo. Entre el público, que avanzaba junto a la procesión arremolinándose a ambos lados de las ornamentadas vías, se escuchaban continuas expresiones de admiración y sorpresa al ir descubriendo, paso a paso, las decenas de tapices que, ante la falta de sol, iluminaron y brillaron en la fiesta de la eucaristía.

"Hay mucha afición, trabajo y horas detrás de estos tapices. Es una labor con mucha tradición en el pueblo que se realiza entre padres, madres, hijos..." explicó Isabel Alonso, una de los cientos de carreñenses que no se perdió ni un instante de la procesión del Corpus Christi. "Es una fiesta muy arraigada en el pueblo, que se realiza desde toda la vida", añadió.

No tan habitual en estas lides, María Luisa Ferreiras, se mostró "impresionada" con el trabajo realizado en las calles del pueblo. "No pude venir los últimos años, pero estoy encantada y sorprendida por la cantidad de calles que se adornaron, y lo bien que están. De hecho no paro de mandar fotografías a mis hijas por el móvil para que lo puedan ver, ya que no están aquí", afirmó.

"Cada año mejora. Está cada vez más guapo, con más variedad, hay más altares...", argumentó José Luis Rodríguez "candasín de toda la vida", que recalcó en todo momento su "reconocimiento" a los voluntarios por el trabajo realizado. "Llevan meses trabajando muy duro en las alfombras y desde las doce de la noche de ayer colocando los tapices, una labor que se prolongó hasta altas horas de la madrugada para que todo saliese a la perfección. Hay que felicitarles", dijo.

José Luis García y Clementina González disfrutaron por primera vez del Corpus en Candás, pese a ser del concejo. "Vinimos porque tenemos familiares que salían en la procesión, y la verdad que es una pasada. Es muy guapo y seguramente volveremos el año que viene", aseguraron a la par.

La alcaldesa, Amelia Fernández también se dejó ver por las calles de Candás disfrutando del Corpus Christi. "Hay que reconocer y agradecer a los voluntarios por el gran trabajo realizado para adornar las calles, donde cada una tiene su idiosincrasia. Esta fiesta es una muestra más de que el pueblo mantiene y conserva sus tradiciones", dijo.