Una sorpresa mayúscula. Eso fue lo que se encontró Francisco González Arechaga cuando familiares y amigos le recibieron con un homenaje con motivo de su 80.º cumpleaños. "Pensé que iba a cenar con mis hijos y mi mujer y me encontré con todo aquello, me prestó muchísimo", afirma tras la agradable sorpresa del sábado.
González Arechaga ha sido médico en Grado durante 42 años tras licenciarse en la Universidad de Salamanca. Por sus manos y su buen ojo clínico han pasado decenas de generaciones de moscones. Los últimos años de su vida laboral los desarrolló en el ambulatorio local, aunque antes recorrió con esmero todos los pueblos de la zona rural.
"No soy de ningún modo el indicado para juzgar mis años ligados a la profesión, pero puedo decir que estoy orgulloso de ello, empecé caminando, luego en bici, en caballo y después en moto por lo pueblos; y me refiero a la comarca de Salceo con especial cariño, estoy muy orgulloso de haber sido médico rural", comenta.
El homenaje estuvo organizado en secreto por su primo Emilio Arechaga y sus hijos, Covadonga y Armando. A la cena también asistieron numerosas amistades de González Arechaga, quien se mostró muy emocionado de encontrarse con los amigos de la infancia en Sandiche de Candamo. En el homenaje disfrutaron de una cena en el restaurante "El Lacayo de Sestiello" y una posterior charla en la que intercambiaron recuerdos y anécdotas de una vida dedicada a la medicina y a los moscones.
