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Carlos Cuesta: "La boroña es la esencia culinaria rural"

El periodista pregonará el domingo el festival de Torazu, con mercado y comida

Carlos Cuesta. M.M.

"La boroña es la esencia culinaria rural". Son palabras del periodista Carlos Cuesta, que pregonará el domingo el Festival de la Boroña de Forna de Torazu, en Cabranes. Tal honor le hace ilusión, "sin duda", y más porque "fue una sorpresa", a pesar de que en esto de los pregones es experto. Lleva ya casi 30.

Explica que aunque "es un producto muy nuestro" sus orígenes están en México, pues el maíz, ingrediente principal de la masa, proviene de este país. "Aquí llegó en el siglo XVIII. La planta entró en España por el puerto de Tapia de Casariego", indica el también presidente de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET). Agrega que este cereal procede del valle de Tehuacan, situado en el actual estado de Puebla (México). Allí, en lugar de tortos, preparan una comida muy parecida que llaman "tortillas", elaboradas con agua, harina de maíz y sal y cuecen en el horno. Aquí, en el caso de la boroña, "se une al cerdo, que siempre digo que es el gran amigo del hombre y no el perro". Carlos Cuesta añade que "es el animal emblemático en los pueblos y quitó mucha hambre. Durante un año comía toda la familia y la matanza suponía un encuentro entre los vecinos". La boroña es un manjar con presencia en distintos concejos de Asturias, a pesar de las peculiaridades que puede tener y el nombre que reciba (borona, boroña, boroñu, boronchu...), pues "en general, es lo mismo: la masa madre de maíz y el embutido".

Para el pregonero, la estrella culinaria de Torazu es "un producto muy rural y muy sujeto al alma de los pueblos de Asturias" y "en el aspecto gastronómico forma parte del imaginario popular a pesar de haber venido de México".

En lo personal, Carlos Cuesta se declara seguidor de la boroña, aunque por su contundencia no es un plato para comer todos los días. "Es un producto fuerte, pero la mezcla perfecta de la chacina y la masa madre, aunque una mezcla explosiva", argumenta entre risas. Pero saborear una de sus sabrosas raciones de vez en cuando bien que se disfruta, por lo que merece la pena ser benévolo con las calorías. El pregonero, que ayer empezó a perfilar su discurso, tiene claro que es una "comida típica de los pueblos" y de hecho, en ellos "huele a boroña".

En Torazu lo bien lo saben y presumen de ello. Además, siguen elaborándola al modo tradicional, envuelta en hojas de berza y papel de aluminio, cocinada lentamente durante toda la noche en las anquitísimas fornas, de las que quedan pocas en el pueblo. Protegidas por la masa de harina de maíz, se va haciendo con paciencia los trozos de jamón, panceta y chorizo.

El mercáu tradicional de artesanía y productos agroalimentarios se inaugurará a las 11 horas del domingo y a partir del mediodía comenzará la animación con el pasacalles de Los Yerbatos y el Corriellu La Pandorga, de Bimenes. Para las 12, 30 horas está previsto el pregón de Carlos Cuesta. A continuación, será la comida y quien no desee boroña preñada puede pedir carne a la parrilla. La ración cuesta 18 euros. Es aconsejable comprar antes los vales. Por la tarde habrá teatro y monólogos.

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