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Candamo afronta su festival fresero confiando en que el calor impulse la producción

La ausencia de frío durante la plantación y la lluvia de la primavera han retrasado el fruto

Candamo afronta su festival fresero confiando en que el calor impulse la producción

El Festival de la Fresa de Candamo ya está aquí, se celebra el domingo, y la fruta llega por los pelos. La falta de frío en invierno, en el momento de plantar, y una primavera muy lluviosa, en la que se resiste el calor, han retardado el crecimiento de las fresas. Sin embargo, han comenzado a brotar con fuerza en la última semana y todo indica que la calidad de la fruta en el concurso-exposición candamín será buena.

Al menos eso espera Javier Gutiérrez, biólogo y productor de Santoseso. Esta es su primera campaña tras venir de Madrid a establecerse en San Román hace un año e iniciar su producción fresera ecológica. "Nos comentaron que la fresa de Candamo era muy famosa en Asturias y muy buena, no tanto en el resto de España, pero era una buena oportunidad, rentable y probamos suerte", explica.

Ha sembrado 4.000 plantas de las variedades Albión y San Andreas, que facilita el Ayuntamiento a bajo coste y que este año han revisado finca por finca para evitar fraudes como la venta de los plantones o que se siembren en otros concejos. "Se está dando mejor la San Andreas, la Albión está con mucha flor ahora mismo, pero en cuanto empiece el calor va a dar a lo bestia", señala.

Además de las dos variedades productivas, cuenta con una tira en la huerta para fresa autóctona que consiguió a través de injertos de vecinos de la zona. También una franja de miruéndanos, la fresa silvestre. Todo sembrado con otros productos como ajos, que mejoran el rendimiento de las fresas, sostiene. "Son cultivos asociados y ahora plantaremos fabas en el perímetro", recalca.

Toda la producción es ecológica, aunque Gutiérrez sigue pendiente del sello del Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias (COPAE). "El suelo es algo vivo y no echamos ni herbicidas ni pesticidas, hay que dejarlo que se recomponga con su estructura interior, que dará la fertilidad que necesita", comenta.

En cuanto a la cosecha de esta temporada, Gutiérrez indica que la época de siembra, en noviembre, aún hacía mucho calor pese a que la fresa ya necesita heladas para comenzar a crecer: "Y luego abril y mayo muy lluviosos fastidiaron un poco porque la fresa necesita el sol para tener los aportes de azúcar".

El biólogo, de 36 años, añade que el tiempo revuelto de invierno y primavera obligaron a los productores a estar encima de la tierra día a día. "De diciembre a marzo estuve quitando flor todos los días". Espera que la producción pueda ser viable hasta el próximo mes de noviembre si el verano viene seco.

Sus fresas las venderá en canales cortos, a particulares y restaurantes, para evitar los costes de los intermediarios. Gutiérrez formó su producción con dos fincas que le cedieron los vecinos de Santoseso y clama por un banco de tierras para los agricultores del concejo, que podrían acceder a más terreno y, por lo tanto, obtener una mayor producción.

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