Miguel Ángel Oliver Fonteriz fue despedido entre música y lágrimas. Una multitud de amigos y allegados apoyó ayer a la familia del agente de la Policía Nacional de Oviedo y trompetista de la Banda de Música de Noreña y de la Agrupación Musical San Salvador, de la cofradía de los Estudiantes de Oviedo. Oliver, que tenía 58 años y deja viuda y dos hijos, falleció este miércoles en el Hospital Universitario Central (HUCA).

Al funeral, oficiado en la iglesia de San Martín de la Carrera, parroquia de la que Oliver era vecino, acudieron numerosos compañeros del cuerpo, así como diversos mandos. Unos agentes que ayudaron al hijo del difunto a portar el féretro hasta el interior del templo. Una marcha muy emotiva, ante la que muchos no pudieron retener las lágrimas, y que tuvo un acompañamiento musical por parte de los miembros de la Banda de Música de Noreña, que también interpretaron una segunda pieza durante el oficio religioso.