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El Centro Literario de Teverga suma a sus fondos un recibo firmado por Miguel Hernández

El documento es una factura de 1936 de Espasa Calpe por los trabajos del poeta

Celso Peyroux y Marta Soriano.

El poeta y dramaturgo Miguel Hernández estará presente en el Centro Literario de Teverga con la incorporación de una firma suya que ha recuperado de su colección literaria Celso Peyroux, escritor, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y cronista del concejo. El centro, ubicado en la Colegiata de La Plaza, añadirá a los muchos tesoros literarios, históricos y de todo tipo que tiene -la mayoría relacionados con el concejo- una firma del poeta alicantino de la Generación del 27. Celso Peyroux encontró el recibo del año 1936, de la editorial Espasa Calpe, con la firma del "poeta del pueblo", en el que la empresa pagaba a éste unos trabajos. Dicho recibo le fue regalado a éste en su día por la poetisa madrileña Marta Soriano, cuyo padre había trabajado en dicha editorial al igual que Miguel Hernández.

Por esos caprichos del destino este recibo de entrega firmado en febrero del 36 por el poeta, muerto en la cárcel de Alicante con solo 31 años, llega ahora a Teverga. En la década de los noventa del siglo pasado, dentro de los Encuentros Internacionales de poesía que se celebraban en la capital tevergana, Marta Soriano participó los mismos y meses más tarde, como agradecimiento, le envió al organizador de dichas veladas, Peyroux, el recibo en cuestión, una nota sobre la vida de Hernández y una foto con la rapsoda madrileña. "Música y poesía bajo el sauce sin tronco" era el nombre de aquellas veladas poéticas que se celebraban en los jardines del Chalet de Don Santiago.

En el verano de 1996 se abordó en los encuentros "Los poetas de la Guerra Civil", entre los que se encontraban Antonio Machado, Lorca, Juan Ramón Jiménez, Alberti, Miguel Hernández y el tevergano José Álvarez-Prida, amigo de Gerardo Diego y de otros poetas de la Generación del 27. Prida que había permanecido encarcelado en el Hostal de San Marcos, de León, junto a Victoriano Crémer, fue "paseado" por la carretera de Zamora, en octubre de 1936, y nunca se pudieron recuperar sus restos.

La relación de Peyroux y el poeta alicantino es larga y fructífera, pues los poemas de Miguel Hernández son una obligación en los recitales del tevergano. En el 2010, con motivo del centenario del nacimiento del poeta de Orihuela, el cronista realizó una gira por Asturias y el resto de España en veladas consagradas solamente al autor de "El rayo que no cesa".

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