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La Fresneda promueve la reordenación de su callejero para evitar confusiones

Vecinos y carteros coinciden en la necesidad de utilizar nombres menos comunes que los actuales para favorecer la diferenciación de las vías

Juan Carlos López repartiendo cartas, ayer, en el camino de La Alameda de La Fresneda. L. BLANCO

Julieta Rodríguez lleva quince años residiendo en la urbanización sierense de La Fresneda y reconoce que en todo este tiempo apenas conoce el nombre de "un par de calles". Su caso no es ni mucho menos una excepción, pues son muchos los vecinos que creen que el desarrollo de un nuevo callejero con términos originales y reconocibles facilitaría la localización de las casas, sobre todo de cara a la recepción de determinados servicios como el correo postal u otros repartos.

Esta demanda lleva tiempo en boca de muchos lugareños y el pasado viernes fue trasladada al pregón de las fiestas por el expresidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil, que la incluyó entre varias reivindicaciones locales que muchos no han tardado en defender como propias. "Es una buena idea que en caso de llevarse a cabo sería positiva", indica el presidente de la asociación de vecinos de La Fresneda, Óscar Llamas.

Actualmente, la gran mayoría de las calles de la urbanización llevan el nombre de árboles u otros elementos comunes que las hacen difícil de diferenciar. "Nos encontramos con términos como robles, castaños, fuente o molino que existe en muchas localidades", explica el cartero de la zona desde hace una década, Juan Carlos López. Éste indica que la coincidencia de algunos de estos nombres con los de las calles del pueblo cercano de La Fresneda o con los de la urbanización de Soto de Llanera lleva a equívocos.

Por ello, apuestan por revisar el nomenclátor a fondo y utilizar términos menos comunes y bien identificables por los lugareños. "Facilitaría mucho las explicaciones a la gente que no conoce La Fresneda a fondo", comenta el propio López, cuyos sustitutos se encuentran con problemas cada vez que se va de vacaciones.

De todos modos, la propia asociación de vecinos reconoce que "se trata de un trabajo complejo y que difícilmente contentará a todo el mundo", mientras que otros creen que no es algo excesivamente prioritario. "Hay cosas más importantes", apunta Alberto Suárez, que cree que un cambio de denominación no sería muy efectivo. "Nos quedaríamos sin los pocos nombres de calles que conocíamos", señala.

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