Los candasinos no tienen ningún problema al afirmar que el verano en el concejo comienza con San Antonio y no con San Juan. Lo demostraron en la tradicional romería que cada 13 de junio llena el prao Gervasia. "No es fiesta local, pero como si lo fuera, ahora empezamos el verano y no paramos hasta el día del Cristo", señala Mery García, sentada en una toalla junto a su pareja, Antonio Rodríguez, con su nieto Pablo Zapico y un amigo de éste, Pelayo Menéndez. Mientras los pequeños devoran gusanitos, García y Rodríguez hacen tiempo para degustar el "kit" básico de toda romería que se precie: empanadas, bollos preñaos y sidra.

Los amantes del escanciado tuvieron ayer algún que otro problema para afinar su puntería en el vaso. Soplaba viento. "A ver si ahora soy quién a echar uno curiosino", afirmaba Manuel Menéndez, que aprovechó un instante sin viento para ofrecer un culín a su amigo Marcos Pérez.

Carla Calle, mallorquina de nacimiento y candasina de pro, y su amiga Aitana García tienen seis años y también son fieles a esta tradicional romería, y como mandan los cánones acudieron vestidas de marineras. "Esta fiesta es muy guay", afirman con un bollo preñao en la mano.

El prao Gervasia comenzó poco a poco a llenarse. Entre los primeros en llegar estuvieron los miembros del gobierno local, acompañados por la candidata del PSOE, Adriana Lastra. A los pocos minutos, el grupo de baile tradicional "San Félix" de Candás hizo acto de presencia en la romería y llenó de color la fiesta con sus trajes. Los romeros se acercaron al grupo y comenzaron los bailes, al tiempo que los vecinos se iban acercando a la carpa donde el grupo de gimnasia rítmica vendía sidra y bollos preñaos para aquellos vecinos que no se los habían traido de casa.

Javier Berdasco es uno de los fieles a la romería de San Antonio. Ha participado en esta fiesta desde que tiene uso de razón. "Venimos todos los años, te juntas con amigos para celebrar el comienzo del verano y casi el fin de las clases. En mi grupo, la mayoría son amigos desde el colegio y ahora ya venimos con los críos", destaca el candasín.

Enrique Domínguez y su hija Olaya son naturales de Gijón, pero desde hace algo más de año y medio viven en Candás. Participan en esta fiesta por primera vez porque el año pasado la lluvia caída el 13 de junio les impidió salir de casa con la alegría que ayer desprendían. "Este año tenemos suerte con el sol, a ver si aguanta para el resto del verano", desea el gijonés afincado en la capital de Carreño.

"El verano comienza hoy -por ayer- y ahora solo nos queda pasarlo bien y disfrutar de la playa, del sol y de la sidra, por supuesto", señalan las jóvenes avilesinas María Fernández y Lucía Martínez, que no dudaron en desplazarse a Candás para celebrar San Antonio. Cuando la mayoría de los romeros disfrutaba de las últimas horas de sol, un grupo de ellos subió al eucaliptal próximo al prao Gervasia para asistir a la misa oficiada en la capilla que da nombre al santo de la fiesta.

Tras los oficios, la celebración se trasladó al núcleo urbano de Candás, a la calle Valdés-Pumarino y El Cueto. Allí, la peña "El Nodo" bailó la danza prima de San Antonio. Después, la fiesta se trasladó a la plaza del Bocata, donde se desarrolló el V Encuentro de cantares populares, que dio paso, horas más tarde, a la actuación de la orquesta "Grupo Trapecio", que despidió la jornada y dio la bienvenida al verano.