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La Pola sigue sin resolver la dispersión y la falta de uso de algunos equipamientos

El futuro del Cinema Siero y la regulación de la actividad deportiva están entre los retos que todavía no se han conseguido solventar en la villa

La Pola tiene todavía sin resolver de forma definitiva la gestión de algunos equipamientos, pese a que en los últimos tiempos se han hecho inversiones millonarias para poner en pie algunos -como es el caso del complejo cultural y, más recientemente, del polideportivo, a punto de estrenarse- y reformar otros, como la plaza cubierta, el palacio del Marqués de Santa Cruz y la antigua Casa de Cultura, que hoy albergan dependencias municipales. También es llamativo el caso del Cinema Siero, un edificio que el municipio adquirió en 2008 y que, desde entonces, ha permanecido sin uso.

El plan del equipo de gobierno de recuperar el proyecto de centro polivalente de Lugones es una forma de no repetir en esta localidad los errores de la Pola. La infraestructura será la que más inversión acapare del mandato, pero su pretensión es concentrar servicios y reducir costes a medio plazo. No hay que olvidar que en los anteriores mandatos las inversiones que se llevaron la mayoría de los fondos fueron el nuevo polideportivo y el gran complejo cultural de la Pola, ambos desarrollados con una planificación, cuando menos, insuficiente.

En el caso del auditorio de la Pola, estuvo cerca de un año cerrado porque no se abrió el debate sobre el modelo de gestión hasta una vez concluido; algo parecido pasó con la plaza cubierta, que se comenzó a reformar sin tener claro qué se haría con el edificio una vez concluidas las obras. Su inauguración, en consecuencia, también se retrasó, y trajo muchos quebraderos de cabeza a los comerciantes cuyos establecimientos se alojaban en ella antes de la reforma.

En cuanto al nuevo polideportivo, el problema es el tamaño de la cancha, que no tiene capacidad para celebrar dos competiciones al mismo tiempo y que, por tanto, frena el principal propósito con el que se construyó el edificio: dotar a la Pola de un espacio que cubriese suficientemente la oferta deportiva de la villa.

Esta falta de previsión ha obligado a mantener abierto el actual polideportivo Leandro Domínguez, con lo que, lejos de concentrar los servicios, se contribuirá a una mayor dispersión.

Finalmente, está el mencionado Cinema Siero, un edificio que se adquirió antes del proyecto de complejo cultural, nuevamente sin saber en realidad qué se iba a hacer con él. Lo único que se ha hecho desde entonces ha sido una obra de acondicionamiento del exterior y reparación de la cubierta, con el objeto de impedir que el edificio sufriese daños irreparables. Entre otras cosas, la filtración de agua estaba dañando gravemente un mural de gran valor artístico pintado por Aurelio Suárez en el piso de arriba.

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