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"Sin ocle estaríamos muertos de fame", advierte el patrón mayor de Candás

La recogida de algas marinas aportó la mitad de la recaudación de la rula carreñense en el último año

José Ángel Gutiérrez. M. G. S.

El sector pesquero no pasa por sus mejores momentos y los pescadores han comprobado que la venta directa de pescado en la rula de Candás "no salvará el sector porque está hundido, pero sí ayuda a mantenerlo". Habla José Ángel Gutiérrez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Candás. "Si no fuera por el ocle estaríamos muertos de fame, es el producto que nos salva las campañas", señala Gutiérrez, convencido de que la venta directa en la lonja "es el futuro de las pequeñas cofradías". Por el momento, este sistema sólo funciona en Tazones (Villaviciosa) y en Candás, aunque otras cofradías tienen en mente sumarse a la iniciativa en los próximos años.

Gutiérrez aprovechó para hacer balance de las capturas registradas durante el pasado año. Según los datos de la Dirección General de Pesca sobre la rula candasina, los pescadores recolectaron 1.839.225 kilos de ocle, lo que demuestra que el alga es uno de los principales sustentos de la cofradía.

El ocle que arrastra el mar y se deposita en la orilla suele ser transportado en tractores para, posteriormente, trasladarlo a fincas donde se deja secar. Una vez seco, el alga marina es utilizada como lecho de cultivo para mantener células vivas y como ingrediente en la elaboración de conservantes. Para esta última labor es necesaria la extracción, tras el proceso de secado, de una gelatina llamada agar. Asimismo, es usado en la industria farmacéutica.

El valor alcanzado por el ocle en las subastas representa el doble de todo lo facturado por la Cofradía de pescadores el pasado año. Si las ventas de ocle supusieron 244.121 euros, el total de subastas llegó hasta los 450.246. Con respecto a 2014, el volumen de algas recogido fue menor, aunque el valor aumentó en 44.000 euros.

Por especie, los pescadores carreñenses capturaron 5.455 kilogramos de crustáceos, entre los que se cuentan ñoclas, centollos y percebes, que se vendieron por 91.054,30 euros. El pasado año se rularon 5.631,50 kilos de oricios que dieron un beneficio de 10.234 euros.

En cuanto a los pescados, la rula candasina facturó por venta directa 96.477,16 euros, que se corresponden con la extracción de 15.947,19 kilogramos de peces, que van desde el abadejo hasta la merluza, pasando por los chicharros, xardas y sargos, entre otras especies marinas. "La venta directa va de maravilla, esperamos que se mantenga para seguir adelante con la pesca", concluyó José Ángel Gutiérrez.

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