José Antonio Rimada, impulsor de las fiestas del barrio poleso de La Isla y actual presidente de la comisión de festejos, dejará su cargo tras las celebraciones de este año, que culminan en la jornada de hoy. Rimada, que junto a su esposa Valentina Valdés coordina todo el programa de festejos, considera que es el momento de que haya un relevo en la directiva, y se muestra además cansado por la dificultad para encontrar voluntarios que mantengan una actividad constante.

"Con ésta son ya quince ediciones de la fiesta, yo llevo de presidente las últimas ocho o nueve, y hace falta un relevo", explicaba ayer Rimada, que anunció su retirada y la de su mujer, desde el mismo escenario de la fiesta, en la noche del viernes. Aunque la celebración está completamente asentada, con más de 600 socios y la colaboración activa de los hosteleros, Rimada lamenta la poca implicación de los jóvenes: "Hemos hablado con pandillas de la zona, pero no quieren involucrarse", afirma un Rimada que ayer, durante la animada prueba de sidra del barrio, no cesaba de recibir muestras de apoyo de sus vecinos y amigos.