La cosecha de arándanos y frutos rojos en Asturias y, en concreto en el bajo Nalón, llega con un retraso de entre dos y tres semanas. Una demora que no supondrá una merma de la producción por la entrada en el mercado de nuevas fincas, que se suman al aumento de la productividad que están cogiendo las plantaciones más adultas. Si bien, este retardo obligará a los agricultores a iniciar la venta a bajos precios al coincidir con la campaña de Polonia, más potente en cantidad que la española. Un año en el que los productores han estado con un ojo en el cielo y otro en la tierra esperando la mejoría del tiempo.
"Fruta va a haber pero hay que esperar, porque están aún muy verdes, con mejores condiciones climáticas a lo largo de la temporada hubiera habido más fruta seguro", avanza Fernando García, presidente de la Cooperativa Principado Berries, con sede en Pravia.
Los arbustos no acaban de madurar los arándanos por culpa del tiempo. El invierno fue muy caluroso y retrasó la llegada de las horas de frío. Las bajas temperaturas, incluso heladas, son necesarias en los meses de invierno para la buena marcha del fruto. La primavera tampoco fue buena, al comenzar con mucho frío y agua, lo que supuso el freno a la floración. "Según qué variedades afectó más o menos por eso habrá casos en los que disminuya la producción aunque en general sólo hay que esperar a que maduren", precisa.
En su finca de tres hectáreas y media en la parroquia de Villavaler los arbustos están cargados pero con la fruta verde. Un terreno en producción desde hace más de treinta años que es la joya de la corona de este agricultor: "Los arándanos no hay más que verlos. Hay mucho pero no acaban de tirar". Es por eso que han retrasado el inicio de la recogida de la fruta, prevista para mediados de junio, hasta julio. Intentarán empezar la próxima semana, aunque es algo que no depende de los productores, sino del tiempo que haga. "Ahora necesitamos que venga el sol y el calor y regando un poco van a ir saliendo", comenta.
Esperan conseguir una buena producción, con una estimación media de 40 toneladas. "Pese al retraso que hay este año Asturias va a mejorar los números en cuanto a la cantidad de fruta porque se suman nuevas fincas que ya han comenzado a producir con las más viejas que obtienen mejores rendimientos", señala García.
La peor parte para los agricultores de arándanos es que entrarán al mercado en muy mala época para obtener beneficios. La segunda quincena de junio es su salida a venta habitual, coincidiendo con el fin de la temporada en el sur de España, sobre todo en Huelva. Los productores asturianos metían la fruta en el mercado con "la guarda", la fruta conservada en cámaras procedente de Andalucía, y así consiguen buenos precios de venta por su frescura. "Este año nos pilla fatal", afirma García.
Y es que el retraso obligará a iniciar las ventas en julio cuando llegan al mercado los arándanos procedentes de Polonia, con una gran producción en tonelaje que permite a los polacos vender a bajos precios. "Esperamos conseguir mejores precios al final de la campaña cuando llegue la fruta de Chile, Perú y México", explica. Con todo, la cooperativa, que reúne a 20 productores de la región, espera sacar las castañas del fuego y obtener buenos resultados económicos en el balance final.
