Álvaro Solano nació en Madrid hace 28 años, pero se declara ovetense por su familia, que también tiene raíces llaniscas. Este doctor en historia, que terminó su tesis doctoral en diciembre, recibió en 2013 el premio de investigación del colectivo Cubera y hoy a las 19,30 horas presenta en el Ayuntamiento de Villaviciosa su obra "De Maliayo a Villaviciosa, un territorio de la marina centro-oriental de Asturias en la Edad Media".
-¿Qué podemos encontrar en su obra?
-Es un repaso a fondo de la época medieval de Villaviciosa. Desde la primera época hasta la edad moderna, que coincide con el desembarco de Carlos V.
-¿Destaca especialmente Villaviciosa en aquella época?
-El peso de Villaviciosa dentro de la historia de Asturias ocupa una serie de episodios. Queda patente que es un territorio con un desarrollo propio que tras recibir la carta puebla en 1270 se transforma en muchos aspectos hacia una economía y una administración urbana.
-¿Tiene la Villa más historia que otras localidades?
-No es que tenga más o menos que otras zonas, pero ofrece la oportunidad de reconstruirla gracias a la abundante documentación que existe. Después de Oviedo, Avilés y Llanes es de los puntos mejor documentados.
-¿Fue duro recopilar la información?
-Conllevó cinco años de trabajo. Reunimos unos 2.000 documentos de sitios como el monasterio de San Vicente o el de San Pelayo de Oviedo, de Valdediós y de archivos nacionales como Simancas o Valladolid.
-¿Es asequible para el lector tanta información?
-Hay temas simpáticos como la lucha de la familia Quexal y los Busto por el poder de la zona. Son dos familias que entendían el gobierno y el poder en la zona de diferente manera. Asimismo, incluimos temas, como los incendios del año 1483, que pueden resultar muy interesantes, y datos curiosos como que llegó a haber dos hospitales de peregrinos y el proyecto de un tercero.
-¿Dónde se situaban?
-Por un lado estaba el hospital "Sancti Spiritus" que estaba en la actual calle del Sol hasta la edad moderna, pero también existió el hospital de Santa Catalina y se proyectó otro en Valdediós dedicado a Santa María que no se llegó a construir. Este hecho da pistas sobre la importancia que tenía la Villa entonces.
-¿Qué le sorprendió más de lo recopilado?
-Muchas cosas. Por ejemplo, en el archivo de Simancas había documentación relativa al sistema de triple puerto de la ría de Villaviciosa con Tazones, El Puntal y Huetes como referencias. Se destacaba la importancia comercial de este puerto que atraía mercancía de Francia, Portugal y todo el Cantábrico.
-¿Queda mucho por investigar en la zona?
-Confío en que aparezcan cosas nuevas que permitan avanzar en la historia medieval local. Hay temas que he tenido que pasar de puntillas y me gustaría profundizar más en el futuro.
-¿Por qué Villaviciosa?
-La tesis iba a ser las cuatro villas del Oriente, es decir, Llanes, Ribadesella, Colunga y Villaviciosa. Al ver que había bastante material decidí, asesorado por Ignacio Ruiz de la Peña y Soledad Beltrán, que dirigieron la tesis, hacer una investigación a fondo de la Villa solamente y creo que no nos equivocamos.
