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PEDRO DOMÍNGUEZ CARAZO | Fotógrafo, abre galería en la Pola

"La gente vuelve a pedir fotos profesionales, bien hechas"

"Dicen que capto bien a la gente, y que ha influido mucho haber estado detrás de una barra; el bar educa la mirada"

Pedro Domínguez, en su estudio. MANUEL NOVAL MORO

El fotógrafo poleso Pedro Domínguez Carazo llevaba muchos años interesado por la fotografía, pero fue hace seis, tras sufrir una enfermedad grave, cuando decidió dedicarse a ello de forma profesional. Entonces abrió estudio en La Corredoria y, después de diversas vicisitudes, regresa a su localidad natal. A las ocho de la tarde inaugura en la calle Enrique II de la Pola un estudio que será, además, "una minigalería de arte". Una exposición colectiva con los artistas Jorge Alonso, Guillermo Ocio, Javier Victorero, Toño Velasco, Vicente Pastor, Mario Cervero y Marta Cristos servirá de comienzo a la andadura de la galería "art & image".

-La afición a la fotografía le viene de hace tiempo.

-Sí. Desde siempre. Me dediqué mucho a ello sobre todo en los años setenta, pero siempre como aficionado. Me presentaba a algunos concursos y recibía clases. Después lo dejé durante un tiempo, hasta que estuve enfermo y, al salir, decidí dedicarme a ello. Fue en el año 2010.

-Los fotógrafos profesionales tienen mucha competencia amateur con los móviles y las cámaras automáticas.

-Creo que eso fue un boom en su día, pero ahora la gente vuelve a pedir otra vez imágenes profesionales, bien hechas, que no tienen nada que ver con las del móvil. Yo me dedico, sobre todo, a los retratos y a las fotos de producto (bodegones, platos, etiquetas, botellas).

-Dicen que el retrato es lo más difícil.

-Sí, pero a mí me dicen que yo capto bien a la gente, y que ha influido mucho haber estado detrás de una barra. En un bar, en seguida ves a la gente y eso te educa la mirada. Y también dicen que me ha servido haber sido pillo.

-¿Cómo es su relación con el Photoshop?

-A mí me gustan las fotos naturales, tocarlas lo menos posible. La gente tiene arrugas, tiene marcas, me gusta que salgan esas cosas. Mucha gente las retoca, y las figuras les salen como muñecos, completamente lisas.

-No es partidario, entonces, de su uso indiscriminado.

-No. Me gusta, sobre todo, la luz natural. Puedes utilizar el Photoshop para retocar cosas mínimas como el marco, pero lo esencial no lo toco. Tardo muy poco tiempo en revelar las fotos. No me lleva más de diez minutos hacerlo.

-¿Cómo surge la idea de abrir la minigalería?

-Al ver un local tan grande y tan céntrico en la Pola, y como yo tengo muchos amigos artistas, pensé que podría incorporarla al estudio fotográfico, para exponer sobre todo pintura y fotografía.

-¿Cree que este espacio viene a cubrir un hueco en la Pola?

-Sí. Es algo que no había aquí, se trata de buscar un enfoque diferente, de innovar.

-¿Es un riesgo abrir una galería en la Pola? No parece haber mucha sensibilidad hacia el arte.

-Creo que no es para tanto. Hay gente en la Pola que tiene colecciones buenas. Es algo limitado pero sí que hay gente. Y en la galería me muevo en precios muy amplios, desde obras baratas hasta otras de precios bastante altos.

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