El rugir de los motores sirve de nexo para diferentes generaciones en la Pola. La concentración de camiones Tierra Astur, organizada por el Club Camión Astur, celebró ayer su primera jornada completa de actividades en la que tanto niños como mayores disfrutaron con una amplia programación de actividades en el mercado nacional de ganados.

Como es normal, el principal protagonismo recayó en los propios camiones. Alrededor de 250 vehículos pesados, tanto modernos como clásicos, pasan a lo largo de estos días por el recinto ferial poleso y ello es aliciente suficiente para muchos profesionales y amantes del mundo del motor. "Hay camiones preciosos", señaló el moscón Vicente Arias, que asistía por segunda vez.

No obstante, también hubo otras iniciativas que congregaron a gran número de público. Ejemplo de ello fue la exhibición de réplicas de camiones y maquinarias a radio-control en la que algunos propietarios de este tipo de objetos deleitaron a la gente trasladando cargas de arena y circulando por un amplio circuito diseñado bajo una carpa. "Es una virguería lo detallado que está todo", confesó el ovetense Claudio Iglesias, que acudió con su hijo a la cita por primera vez y no duda en que volverá en posibles ediciones futuras. "Hay modelos muy recientes, así que imagino que en años posteriores también habrá mucha novedad", razonó.

Todo ello se desarrolló en un ambiente de continua actividad. Una de las explanadas del recinto fue utilizada como un improvisado circuito automovilístico en el que varios pilotos ofrecieron al público un amplio repertorio de ceros y derrapes que llevaron al olor a rueda quemada a apoderase de la concentración. Asimismo, hubo desfiles de camiones que en la jornada de hoy continuarán a las 11,30 horas y una oferta lúdica marcada por una fiesta a cargo del DJ Nacho Otero, además de comidas de confraternización.