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Lugones | El capital humano

Pasión por la cantera

Javier García dedica todos sus esfuerzos a consolidar el fútbol sala como una alternativa deportiva para los jóvenes

Javier García, junto a varios niños del equipo. L. B.

Ser el padre de un gran proyecto para que el fútbol sala sea uno de los deportes de referencia de la localidad es la aspiración de Javier García, un vecino "de Lugones de toda la vida", de 47 años, que, tras toda una vida trabajando como mecánico, ahora se encuentra desempleado y trata de distraer sus preocupaciones volcándose con la cantera del hermano menor del fútbol campo.

García comenzó su vinculación con el deporte hace aproximadamente una década, como le ocurre a muchas personas por cuestiones familiares. "Mi hijo comenzó a jugar en el Atlético de Lugones y me aficioné", explica este hombre que, pese a su implicación, reconoce que apenas sabe lo que es "darle una patada a un balón".

Unas limitaciones técnicas que no van reñidas con su afán por hacer llegar la oferta deportiva de Lugones a todos los niños, independientemente de su calidad y su edad. "Lo importante es que disfruten y que tengan una ocupación, pues no hay cosa más triste que ver a chavales por ahí tirados sin hacer nada por su vida", destaca el sierense.

Con el objetivo de alcanzar sus metas, García asumió hace ahora un año las riendas del club La Esperanza, una entidad fundada en el año 1960 por Paco "El Carteru" que en los últimos años había visto reducida su actividad por falta de relevo. "Normalmente, la directiva la ejercía el padre de algún crío y, cuando este subía de categoría, dejaba paso a otros", indica el actual presidente, que ahora se marca como objetivo dar continuidad al proyecto.

La intención es que la actividad gire en torno del fútbol sala como una salida para los chavales a los que bien no les gusta o no encuentran salida en el fútbol campo. "En Lugones no existe una oferta amplia que permita formar en fútbol sala como ocurre en otras localidades", señala el dirigente deportivo, que dice tener muy claro cuál es el espejo en el que mirarse. "Aspiramos a hacer un proyecto serio como el que está haciendo la Escuela de Fútbol Sala de Siero en la Pola", apunta sobre una entidad que actualmente cuenta con numerosos equipos en la capital del concejo.

Para ello confía contar con el respaldo de los vecinos y los negocios locales, que hasta la fecha han respondido con creces a su llamada. "No podemos quejarnos del respaldo recibido y esperamos que en los años siguientes éste vaya creciendo y nos consolidemos como un club de referencia", destaca respecto de una entidad que cuenta con tres equipos y tiene la previsión de aumentar el número de plantillas de cara a futuras campañas.

Del mismo modo, reafirma su compromiso social con la organización de eventos como el partido benéfico organizado a comienzos de junio entre el Lugones Rangers y un combinado autonómico, que permitió recaudar 600 kilos de comida para colaborar con el Banco de Alimentos. "El deporte y la solidaridad no solamente no van reñidos, sino que deberían ir siempre de la mano", comenta Javier García, que tiene muy claro que su presencia en el mundo del deporte no busca obtener grandes resultados deportivos, sino alcanzar objetivos puramente sociales.

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