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Cinco parroquias de Siero, incluida la más grande, no tienen ni un metro de saneamiento

La zona rural reclama una actuación sistemática que ataje las carencias, pero reconoce las dificultades de financiación

Cinco parroquias de Siero, incluida la más grande, no tienen ni un metro de saneamiento

Todas las parroquias rurales de Siero tienen alguna carencia en materia de saneamientos. Así lo denuncian los alcaldes de barrio y colectivos vecinales, que si bien reconocen la dificultad que conlleva proyectar, financiar y ejecutar este tipo de actuaciones, reclaman que el Ayuntamiento de Siero impulse algún tipo de actuación sistemática encaminada a terminar con estos problemas.

La situación es de tal gravedad que al menos cinco parroquias aseguran tener una carencia "total" de saneamientos: Anes, Santa Marina, Muñó, La Paranza y Feleches. En la zona oriental del concejo, de hecho, el problema de los saneamientos se extiende hasta Lieres, donde su alcalde de barrio, Manuel Ángel Noval, precisa que no hay "casi nada" hecho.

Lo llamativo de esta zona es que todas las parroquias, desde Sariego hasta Pola de Siero, están atravesadas por las canalizaciones vinculadas al colector-interceptor del Nora, que supuso una inversión de más de diez millones de euros por parte del gobierno autonómico. Pero los vecinos denuncian que no se han ejecutado las deseables conexiones entre esta red y los núcleos poblados. "No tenemos saneamientos en toda la parroquia. El colector pasa por la parte de abajo, pero no están hechas las conexiones en todo el tramo de Feleches, Aramil y Marcenado. Lo único que hay son conducciones antiguas que fueron haciendo los vecinos", lamenta Víctor Fernández Piñera, alcalde de barrio de Feleches.

En Anes, la mayor parroquia de Siero con más de 27 kilómetros cuadrados de extensión, las cosas no están mejor. "No hay ningún saneamiento. Funcionamos todos con fosas y pozos negros, y en algunos casos va todo prau abajo. No tenemos ni un metro de saneamiento", sostiene María Pilar Santianes, alcaldesa de barrio. Unas carencias que, explica, son especialmente llamativas en una zona con un notable atractivo residencial, y que suma más de 1.200 habitantes: "Tenemos mucha vivienda nueva, pero no hay ni siquiera un plan o un plazo que nos haga pensar que este problema se va a resolver. Y es el principal problema que tiene Anes", afirma.

Más pesimista aún es Inmaculada Hernández, alcaldesa de barrio de La Paranza, quien ve poco probable que se subsanen sus carencias. "Aquí arriba no van a subir el saneamiento, lo tengo claro. Y el agua tampoco. Estamos muy apartados de todo", lamenta. La población tampoco ayuda: en La Paranza hay sólo nueve habitantes censados.

También lo ven difícil en la parroquia de Muñó, donde la geografía juega un papel determinante en la carencia de saneamientos. "No tenemos ni un tubo, y tampoco suministro de agua. Pero es muy complejo, porque para tirar saneamientos a toda la parroquia igual hay que instalar 50 kilómetros de tuberías. Aquí tenemos seis vertientes distintas, y en todas hay casas", explica Juan Ángel Alonso, alcalde de barrio de Muñó.

En Santa Marina, en cambio, hay incluso un esbozo para ejecutar los trabajos, pero no hay un plazo marcado para la ejecución de las obras: "Tenemos un proyecto hecho y todo, pero no hay plazos. Nos han dicho que tenemos que esperar turno, que hay otros delante", afirma Joaquín Abel Zapico.

Aunque la carencia en estas parroquias es total, en otras zonas del concejo también hay deficiencias notables. En Lieres, sin ir más lejos, Manuel Ángel Noval explica que "falta casi todo el saneamiento de la parroquia, y algunas viviendas están vertiendo directamente al río".

No es el único sitio donde se da esta problemática. Volviendo a Feleches, Víctor Fernández Piñera denuncia los malos olores que producen los vertidos en algunos puntos concretos: "Hay zonas donde tenemos verdaderos problemas por los vertidos, son auténticos focos de insalubridad", explica.

Esta situación, además, ha dado lugar a situaciones complejas desde un punto de vista legal. En San Juan de Arenas (El Cuto) sólo quedan por instalar los saneamientos en algunas zonas, en concreto en los núcleos de La Moria y La Cabaña, pero en uno de ellos se han dado problemas administrativos: "A unos vecinos que vivían al pie de la carretera AS-249 les estuvieron cobrando las tasas por saneamientos durante años, un servicio que no tenían. Cuando se dieron cuenta lo denunciaron, pero el dinero nunca se lo devolvieron", relata María del Carmen García.

En este caso, como también en Feleches y Aramil, el problema no es tanto local como autonómico, algo que también sufren en Bobes y San Miguel, donde la paralización de las obras del polígono de Bobes ha dejado sin saneamientos a decenas de casas.

Por parte del Ayuntamiento, este año se invertirá más de un millón de euros en varias obras de saneamientos en Celles, Valdesoto, Viella y Granda, proyecto que fue presentado este mismo lunes. Pero las carencias en el que es el cuarto concejo de Asturias siguen siendo preocupantes.

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