"La amistad es cosa de tres: de dos personas y del más perfecto de los sentimientos, que por ser libre es el más puro". Así comenzaba el pregón que el hostelero Ubaldo García Pérez, fallecido días atrás, redactó en enero de 2014 para una fiesta gastronómica organizada por Gustavo González-Izquierdo y celebrada en Pola de Siero. Ayer, en el hotel Cristina de Noreña y en el marco de esas mismas fiestas gastronómicas, los amigos de Ubaldo García compartieron un vermú con su hija, Carmen García, y recordaron las incontables jornadas que pasaron junto al añorado hostelero.

El caldo, como no podía ser de otro modo, era el popular Vermut Solera "La Paloma", elaboración propia del establecimiento que regentó Ubaldo García y al frente del cual está ahora su hija Carmen. Al sabor del vermut, casi como un deleite proustiano, acudieron raudos los recuerdos y la emoción embargó al medio centenar de amigos del hosteleros que se congregó en Noreña.

La propia Carmen García se encargó de llevar el prodigioso caldo a Noreña, compartiendo después mesa y mantel con los amigos de su padre que, como José Antonio Coppen, aprovechaban estas jornadas para reunirse, siquiera, una vez al mes. "Estamos muy agradecidos por todo el cariño que hemos recibido en estos días", afirma Carmen García, quien recibió además un presente, en forma de libro, del organizador.

Esa misma emotividad se trasladó a la comida, antes de la cual Gustavo González-Izquierdo leyó íntegro aquel pregón de 2014 redactado por Ubaldo García y articulado como un canto a la amistad. Acto seguido, José Antonio Fidalgo compuso una loa a la cazuela, plato central de la jornada de ayer, y cuyas bondades disfrutaron los animosos comensales. Aunque en su paladar aún persistía el inconfundible sabor del más popular vermut de Oviedo: el solera de La Paloma.