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La hermandad moscona quiere batir récords

El colectivo que organiza Santiago y Santa Ana hace un llamamiento a los vecinos para captar socios y mejorar las fiestas

La hermandad moscona quiere batir récords S. ARIAS

Mil quinientos socios. Es el reto de la Hermandad de Santiago y Santa Ana de Grado para las fiestas de este año. Por la sede del colectivo han pasado ya 1.100 moscones a retirar su carné de socio, que da derecho al bollo preñao y el porfolio, y esperan que, de hoy al sábado, la cifra sume 400 expediciones más de los 1.700 inscritos que hay en la actualidad. "Son sólo 12 euros, no 300 ni 200, es poco dinero para todo lo que hay que organizar", explica Adolfo Rodríguez "Fino", presidente de la Hermandad, en su llamamiento a los moscones.

El colectivo que organiza los festejos locales tuvo su cénit hace tres años, cuando consiguieron llegar a los 1.430 socios tras una intensa campaña que se realizó, sobre todo, entre los más jóvenes con la colaboración del extinto local "The House of Fun", que este año llenará la plaza General Ponte con su espíritu de diversión en las noches del sábado y el lunes de Santiago para animar el cotarro moscón. Una campaña muy exitosa en 2013 que tuvo un bajón el año pasado, cuando la cifra cayó hasta los 1.300 carnés. No es una gran diferencia, pero sí se nota a la hora de hacer cuentas.

De ahí que Fino anime a la juventud moscona a hacerse socia de la Hermandad y colaborar con los festejos. "Hay cincuenta o sesenta fallecidos a los que sus familiares aún les siguen sacando el recibo, pero la juventud no se anima, quiere fiesta pero no quiere colaborar", lamenta.

Y eso se observa entre los más jóvenes que acuden a por sus carnés de socio. "La verdad es que no sé si mis amigos participan o no, sólo se preocupan de hacer las camisetas, creo que es algo más familiar que hacen los padres pero habría que colaborar porque cuantos más socios haya mejor será la fiesta", opina María Lavilla Fernández.

A falta de jóvenes socios, buenos son los moscones emigrados, que continúan fieles a la tradición. Es el caso de Evaristo Vázquez Fernández, quien ayer recogió sus recibos de socio tras llegar desde Barcelona, donde está afincado. "Siento a Grado mío y aunque estoy fuera soy más moscón que la mayoría, siempre vengo; tengo que estar muy malo para no venir a mis fiestas, aquí soy feliz", comenta.

La expedición del carné de la Hermandad, además del bollo y el porfolio que entregan en Santa Ana, sirve para costear los gastos de las fiestas, tales como el Baile de la Hermandad, que se celebrará el próximo sábado en el Frontón con las orquestas "Brujas" y "Anduriña"; la jornada dedicada a los más pequeños el domingo, Santanina, con bollinos, juegos e hinchables; así como el desfile del agua, los concursos de carrozas y camisetas y todas las actividades de Santa Ana que se celebran en el parque de Arriba con los fuegos artificiales como colofón a los festejos moscones. Este año, las orquestas "Vivians" y "Montreal" pondrán música a la sesión vermú y la verbena de Santa Ana junto a tres charangas, "Pepe El Chelo", "Pikante" y una última por confirmar.

"Estamos trabajando mucho para que haya un buen resultado porque al fin y al cabo son las fiestas de todos y a todo el mundo le gusta que salgan bien", señala Rodríguez. Otro de los cometidos del colectivo es organizar las setenta mesas del Baile de la Hermandad, para las que han dispuesto un mapa que facilite la elección a los socios. Una mesa y cuatro sillas tienen un coste de 20 euros.

Fino confía en que los moscones apoyarán a la Hermandad de Santiago y Santa Ana para conseguir mejorar las fiestas. Es por eso que el sábado abrirá de nuevo la sede para intentar captar a los últimos despistados. Hasta el viernes abrirá de 12 a 13.30 horas y por la tarde de 19 a 20.30 horas. En la jornada del sábado repetirá para no cejar en su empeño.

Será la última vez que Fino capitanee la Hermandad, ya que tiene previsto dar un paso atrás en las próximas elecciones, en septiembre: "No me voy a presentar, llevo ocho años codo con codo con Marisé Pardo, pero ahora tiene que ser la gente joven la que dé el paso y se haga cargo de las fiestas con ideas nuevas. Un paisano de sesenta años poco puede hacer ya", anuncia.

Quedan cinco días para que se termine el plazo y Fino espera que la respuesta de los moscones le deje irse con la mejor sonrisa y la mayor satisfacción.

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