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Muñecos con mensajes para reivindicar mejoras en Collao

Los vecinos de la parroquia recurren a la originalidad para reclamar un parque infantil y la reparación de un argayo

Por la izquierda, Soledad Fernández, Valentín Rodríguez y María Manso posan junto a un muñeco colocado junto a un argayo en Collao. L. BLANCO

La revolución de los muñecos llega a Collao para tratar de cambiar las cosas. El hartazgo de los vecinos a la hora de esperar por el cumplimiento de varias de sus demandas a las administraciones públicas ha llevado a los vecinos a dejar volar la imaginación y la originalidad para hacer más visibles sus peticiones. Una meta que esperan conseguir mediante la colocación de unos muñecos artesanales que, de momento, ya causan furor entre los lugareños.

La primera figura antropomorfa, hecha de manera artesanal a base de ropa vieja, hierba y un peluche, puede encontrarse en el área recreativa, a escasos metros de la pista de tenis del pueblo. Allí puede verse al muñeco con un mensaje. "Queremos un agility infantil", reza la leyenda, en referencia humorística al término inglés que los vecinos critican que fuese utilizado en un reciente pleno. "Quizás debamos cambiar la petición de parque infantil por otros términos más modernos para que nos hagan caso", manifiestan.

Otro muñeco masculino de mayor tamaño, obviamente también de fabricación casera, espera sentado a que las administraciones competentes den solución a un argayo que afecta desde hace años a una vía del pueblo. "SOS, socavón para largo", se puede leer en el cartel que sostiene el monigote, que, entre tanto, lee el periódico sentado con las piernas cruzadas.

Estas acciones son bien vistas por algunos de los lugareños, quienes, aunque niegan la autoría de esta iniciativa, dicen comprenderla.

"A ver si hacen algo porque esto va a más. Hace dos años hicieron una reparación, pero de poco sirvió", explica Valentín Rodríguez, que vive a escasos metros del hundimiento señalizado por uno de los muñecos y que amenaza con afectar a toda la carretera.

La idea es extender esta curiosa medida de presión a otros asuntos pendientes de resolver en la parroquia, aunque los responsables amenazan, no sin humor, con seguir adelante. "El problema es que hay tanto por hacer que no creo que tengamos material bastante", explican, al mismo tiempo que lamentan que su esfuerzo para llevar a cabo una protesta con aires artísticos pueda tener poca duración. "No nos extrañaría que desaparecieran porque hay gente a la que le molesta que se digan estas cosas aunque sean verdad", sostienen los ideólogos de esta pequeña revolución.

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