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Sin pistola, pero con mano izquierda

Los tres auxiliares de la Policía Local, en funciones desde el 27 de junio, destacan la "ayuda" de sus compañeros y aseguran no haber puesto "muchas multas"

Laura Morán, Adrián Fernández y Sandra Andrés, auxiliares de la Policía Local de Llanera. A. F. V.

Fueron los tres mejores de un centenar de concurrentes y llegaron a Llanera para aportar trabajo, ganas y juventud. Los tres auxiliares de la Policía Local, en servicio desde el pasado 27 de junio, ya son uno más en el cuartel de Posada, en el que trabajarán hasta el próximo mes de octubre.

Sus compañeros destacan lo "sobradamente capacitados" que están para desempeñar sus funciones y celebran la llegada de refuerzos para la temporada estival en una plantilla que con sólo cinco guardias lleva años trabajando bajo mínimos.

Pese a que ninguno es de Llanera, Laura Morán, Sandra Andrés y Adrián Fernández ya patrullan las calles del concejo con la soltura de un veterano. Eso sí, de momento no han puesto "muchas multas" porque, aseguran, lo importante es "tener mano izquierda".

"Al principio estábamos un poco perdidos, porque desconocíamos la zona, pero con el paso de los días nos vamos haciendo al concejo. Además, los compañeros nos están ayudando mucho para que todo sea más fácil", destaca Fernández, langreano de 27 años que, tras cinco años como auxiliar en Gozón, este año ha preferido trabajar durante el verano en Llanera "por cercanía" a su domicilio.

En la misma línea, Andrés destaca "la implicación" de los policías más veteranos con esta hornada de refuerzo. "Venimos para complementar la plantilla durante cuatro meses. Aquí sólo trabajan cinco agentes y se nota que también ellos están contentos de que trabajemos aquí", afirma la auxiliar, natural de Gijón, que, pese a sus 26 años, cuenta con experiencia en estas funciones en los concejos de Llanes y Valdés.

También con experiencia como auxiliar en municipios costeros durante los meses de verano, Morán destaca que trabajar en Llanera durante la temporada estival "es más cómodo. El cambio ha sido total y a mejor", cuenta esta avilesina de 35 años que durante tres desempeñó labores de auxiliar en Castrillón. Precisamente, el cambio de zona de zona de playa a un concejo de interior es una de las principales diferencias que han encontrado los auxiliares con respecto a sus anteriores destinos. "Aquí estamos muy tranquilos. Pasan cosas, como en todos los sitios, pero son muy ocasionales", apunta Andrés.

Velar por la seguridad de los bienes municipales, ordenar y regular el tráfico, auxiliar a ciudadanos y garantizar el cumplimiento de ordenanzas y bandos municipales son algunas de las labores de los nuevos integrantes del cuerpo municipal. Tareas que, a pesar de no poder llevar armas de fuego, pueden realizar, aseguran, con total "normalidad".

"En la calle no percibimos ninguna distinción entre los agentes y nosotros. De hecho, es de destacar que la gente es muy respetuosa con nosotros", concluye Fernández.

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