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Fiebre del bonito por encargo en Candás

Los compradores fieles toman la Feria de la Conserva, que hoy espera poner la guinda al fin de semana con abundantes ventas

Varios visitantes observando los productos ofertados en el puesto de Conservas Isla del Carmen. L. BLANCO

El bonito y las anchoas fueron ayer considerados bienes de primera necesidad en Candás. El tercer día de la XXVII Feria de la Conserva de la localidad dejó varias anécdotas protagonizadas en gran medida por compradores habituales, que dejaron patente la consolidación de una cita a la que acuden cada año con un procedimiento de compra que ellos mismos definieron como "a tiro fijo y sabroso".

Lugar de paso de este tipo de compradores es el puesto de la empresa de conservas Telva de Lastres, cuyos dependientas no ocultan la sorpresa que les produce la fidelidad de los clientes. "Hay mucha gente que viene con la lista de encargos para multitud de familiares", explica la vendedora Ailene Giunta que, no obstante, advierte de que estos incondicionales suelen encontrarse también con novedades sorprendentes. "A priori vienen por bonito o anchoas, pero después prueban la caballa y les encanta", destaca.

Un testimonio del que da fe la gijonesa Fernanda Barrena, que ayer se pasó por el muelle para aprovisionar una buena cantidad de bonito al que espera ir dando salida hasta bien entrado el invierno. "Suelo llevar varios lotes porque es un ingrediente que preside muchos de los platos que cocino", declara esta mujer, que afirma haber heredado su pasión por las conservas de sus padres, que tenían raíces marineras y "conocían de primera mano la elaboración natural y tradicional de este tipo de productos".

De todos modos, el consevero fiel también se divide en dos tipos. Por un lado, están los que no escatiman en esfuerzos por llevarse lo mejor a sus casas. "Vengo a buscar calidad, el precio es algo que no miro hasta el final", comenta Joaquín Fernández, un ovetense que no para de echar el ojo a latas y frascos de cristal, y de vez en cuando degusta las pruebas de los vendedores con el fin de encontrar lo mejor del mercado. "Normalmente ya sé que es lo que me va a gustar, pero a veces te sorprendes", explica.

Por otro lado están los que, por limitaciones presupuestarias, tratan de encontrar la mejor relación entre calidad y precio. "Los cuartos no sobran y, por lo tanto, hay que pensarse bien lo que compras y si te trae cuenta", declara Eugenia Imaz, que aprovechó sus vacaciones en Asturias para visitar la capital carreñense y, ya de paso, llevarse unas latas que en años anteriores descubrió por la coincidencia de la feria con la celebración de la feria.

Compras y ventas para todos los gustos que los vendedores de los 16 puestos de empresas conserveras instalados en el muelle esperan intensificar en la jornada de hoy para poner el broche a cuatro días de gran actividad. "De momento, el balance es bueno, pero confiamos en que el domingo sea la guinda y podamos dar salida a mucho producto", coinciden en declarar los conserveros, que, más que las ventas, destacan el poder promocional de la feria.

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