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La Palmera, pequeña para el bañista

Los usuarios de la playa candasina respaldan el plan municipal para ampliar el arenal hasta la zona del Conexal, pero respetando el entorno

La Palmera, pequeña para el bañista LUCAS BLANCO

Los bañistas habituales de Candás no tienen dudas de que la playa de La Palmera necesita una actuación que la haga más grande y la convierta en un polo de atracción de más turismo para la villa. Una postura que coincide con los resultados de una encuesta realizada la pasada primavera entre 547 personas por la Asociación de Vecinos de Candás, en la que el 86% de los encuestados apoyó el plan municipal de ampliar el arenal hasta la zona del Conexal.

Especialmente entusiasmada con esta iniciativa se muestra la vecina Emilia Lorenzo, que siempre que puede se acerca hasta la zona a pasear y a disfrutar de la brisa marina. "Una ampliación sería algo de fantasía, pues daría mucha más vida a Candás y beneficiaría a todo el mundo", señala en referencia al posible incremento de actividad económica que podría traer a la zona, para la cual sólo contempla dicha solución. "Ya que no se puede pelear contra las mareas que cubren la arena, hay que buscar otra alternativa, y esa es la de hacer más playa", sostiene.

En la misma línea se manifiesta la bañista mierense Marta Baquero, que acoge con mucho entusiasmo la posibilidad de disponer de más arena en La Palmera. "Me parece algo fenomenal, pues seguramente aumentaría el número de turistas y posibilitaría un mayor desarrollo del concejo", destaca. Baquero ve en las mareas el principal problema. "Con la marea alta se limita mucho el espacio y eso echa para atrás a la gente", apunta.

Otro bañista de Mieres, Alfredo Asensio, considera que la propuesta de ampliar la playa le parece mucho más sensata que otras existentes previamente para la zona costera de Candás. "Es mucho más razonable que quieran hacer esto que no el parking que planearon en su día", declaró Asensio, quien sugiere que esta posible actuación vaya acompañada de otras que potencien Carreño como destino para visitantes y no afecten a los principales emblemas costeros locales. "Sería una buena oportunidad para recuperar los chalés de Perlora, ya que una playa más grande sería un atractivo mayor para hacer turismo", defiende.

También hay quien considera que la ampliación debe llevarse a cabo cuanto antes para satisfacer el sueño de muchos carreñenses de contar con un lugar de ocio de referencia regional. "Llevo 45 años viniendo por motivos familiares y lo cierto es que me parece una idea estupenda que urge hacer realidad", comenta la visitante argentina Alicia Roy de Menéndez, que cree que lo más importante es dotar a la villa de un mayor espacio de disfrute para vecinos y turistas. "Sería fabuloso contar con un mayor espacio tanto para el baño como para el esparcimiento", explica esta bañista, que confía en poder comprobar el salto de calidad que supondría la actuación en una visita futura.

Algo más comedida se muestra la ovetense María Antonia González, que, si bien es partidaria de un mayor aumento de la superficie de playa para tomar el sol y disfrutar de la arena, también cree que hay que tener en cuenta otros factores. "Sería muy bueno contar con un arenal mayor, pero siempre y cuando esto no afecte al entorno, que es muy bonito", puntualiza González, que admite que existe un problema de espacio, sobre todo en los días más soleados del verano. "Mentiría si digo que actualmente la playa no se queda pequeña en el momento en que hace un poco bueno", reconoce la mujer, que frecuenta la principal playa de la capital de Carreño desde el año pasado.

Ampliar, pero con ciertas condiciones, es lo que reclama el ovetense Celso García. Este cree que el principal problema de que nunca se lleven a cabo mejoras de calado en la costa de Candás es la presentación de proyectos demasiado ambiciosos. "La experiencia me dice que se suelen presentar proyectos faraónicos que finalmente caen en saco roto", indica, para luego añadir que "con unos 20 o 30 metros de arena la playa quedaría perfecta". A su juicio, esta propuesta es más factible que la propuesta del Ayuntamiento, ya que conllevaría medidas como cubrir buena parte del pedrero y trasladar grandes rocas a otras zonas para construir una especie de espigón que proteja el lado derecho del nuevo arenal.

En el lado totalmente opuesto se encuentra José Monsalve. Este ovetense admite que su postura es la minoritaria, pero aún así no duda en recordar los efectos negativos que tendría ampliar el arenal. "A mí me gusta andar por el pedrero y si se extiende la playa hacia allá, tendré que fastidiarme". Monsalve añade que es habitual ver a gente cogiendo andaricas o quisquilla en un espacio que alberga un ecosistema de valor para varios seres vivos de la franja litoral. Con todo, dice entender la voluntad de la mayoría. "La gente ve que hay poca playa y piden eso", apostilla.

Del mismo modo, existen posicionamientos un tanto contradictorios, como el del gijonés Servando Fernández, que se autodenomina "un amante del baño veraniego", pero al mismo tiempo se dice contrario a gastar tanto dinero público por una necesidad que ve más que secundaria. "Soy el primero al que le fastidia llegar a la playa y no tener dónde colocarse, si bien existen varias cosas más urgentes que subsanar que ésto", argumenta, mientras se seca con una toalla tras un baño al que algunas veces tiene que renunciar. "La semana pasada vine y no había dónde poner una toalla", rememora Fernández, que, con todo, dice no cambiar la playa de La Palmera "por nada en el mundo" por su cercanía al casco urbano de Candás.

"Si la gente se pusiera de acuerdo totalmente no habría dudas y ya tendríamos más playa hecha", zanja la bañista madrileña Almudena Flores.

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