Las Carmelitas Samaritanas no están solas. Se instalaron hace unas semanas en Valdediós (Villaviciosa) y no sólo las religiosas están contentas con la gran acogida que les han brindado los asturianos tras su llegada de Valladolid. También lo están sus Corazones Samaritanos.

¿Quiénes son estos Corazones Samaritanos? "Somos una asociación de laicos que hemos sentido la llamada del Corazón de Jesús a vivir en la espiritualidad del carisma samaritano, como extensión de la vida del monasterio de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús", explican. Es decir, son un grupo de personas que representa la presencia de las religiosas en el exterior del monasterio, en la sociedad. Fue el convento de Valladolid el que les unió a sus monjas y también entre ellos, a pesar de proceder de lugares tan dispersos como Andalucía, Canarias o Castilla-La Mancha.

"Compartimos esa llamada a vivir, participar y promover esa vivencia espiritual del Carmelo Samaritano, como una prolongación del mismo, considerándonos parte de esta familia samaritana, en régimen externo", argumentan. Por ello, han vivido muy de cerca y con ellas la marcha de una parte de la comunidad a Valdediós. Otro grupo se instalará en Viana de Cega (Valladolid), donde mantendrán el noviciado. Están ayudando a las hermanas en este traslado y apoyándolas porque afectivamente la separación está siendo dura para ellas, aunque derrochen alegría.

José Manuel García Castro indica que los Corazones Samaritanos son una "asociación sin ánimo de lucro" que en septiembre se unió a iniciativa de la Madre Olga María del Redentor, que lidera un nuevo carisma y la fundación de las Carmelitas Samaritanas (aún en tránsito de Carmelitas Descalzas). "Lo que queremos es ayudar a las monjas. Sólo eso", resalta García. Destaca que estas hermanas son capaces de "transparentar la presencia de Dios y te canalizan llegar a él. No dogmatizan".

Los fines de este colectivo laico son "suscitar, fomentar y promover iniciativas directamente relacionadas con la espiritualidad samaritana". Para ser un Corazón Samaritano hay que ser suscriptor y aportar una cantidad económica fija mensual durante un año, que varía en función de las posibilidades de cada uno. De esta forma, ayudan a las monjas al sostenimiento de la orden. "Entendemos que es importante y necesario para poder emprender iniciativas de difusión de esta espiritualidad, como por ejemplo organizar convivencias, retiros, publicar libros, artículos, vídeos, etc. Pero no queremos que esto sea lo principal y único en esta asociación", esgrimen.

También invitan a colaborar de otras formas. Dan ideas como rezar por ellas, difundir sus actividades y carisma a través de las redes sociales, realizar algún pedido en su tienda online, seguir por internet la adoración de los jueves, comprarles comida o productos de higiene personal y limpieza, pagarles el gasoil de la calefacción o patrocinar el arreglo de alguna reparación del convento. En este caso, como el monasterio de Valdediós es propiedad del Arzobispado, es el "casero" quien se encargará de las averías.

Pero el apoyo a las Samaritanas no se queda en lo material. "La misión evangelizadora de su carisma nos hace comprometernos también con esta misión", destacan. Lo hacen difundiendo sus materiales formativos, espiritualidad, jornadas o convivencias. Pero lo más importante es que las miman y cuidan como si fueran sus "primos", comenta entre risas el sevillano José Manuel García.