La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La escasez de sardina asturiana obliga al festival candasín a vender la gallega

Los hosteleros admiten que es "casi imposible" comprar pescado local, pero garantizan su calidad en el certamen del lunes, con seis puestos

La escasez de sardina asturiana obliga al festival candasín a vender la gallega LNE

Habrá fartura de sardinas, pero será a la gallega. El festival gastronómico de Candás, que el año que viene celebrará su quincuagésimo aniversario, asará el lunes en el paseo de San Antonio más de 4.000 kilos de pescado, capturado en la comunidad vecina. La escasez de producto local obliga por tercer año consecutivo a los hosteleros a comprar sardina gallega. Los responsables de los seis restaurantes participantes admiten que es "casi imposible" adquirir género asturiano, pero garantizan, al igual que en otras ediciones, una "excelente calidad". Algunos empresarios no tiran la toalla todavía y esperan que en el último momento haya sardina cantábrica.

"Estamos pendientes de ello, pero sabemos que va a estar complicado. Además, los precios son una locura: rondan los 6,50 euros el kilo. En la pescadería ya se vende a 9 euros, por encima del bonito y del bocarte", se queja Luis Bolado, al frente del restaurante "El Llagarón", uno de los puestos que se darán cita a las cinco de la tarde del lunes en San Antonio.

Por su parte, Ángel Repinaldo, propietario de la sidrería Casa Repinaldo, ya ha cerrado un acuerdo para suministrar sardina gallega. "Contamos llevar unos 600 kilos y no creo que sobre nada. Es pescado muy bueno, grasiento y grande. La docena está entre los 100 y los 200 kilos", explica Repinaldo, que en once años se ha llevado siete "Sardinas de oro", el máximo galardón que concede este certamen. "En la pasada edición quedamos segundos, pero el lunes vamos a por el primer puesto. La clave es encontrar un buen punto de asado, de manera que la sardina salga entera, ni muy pasada ni muy cruda, además de cuidar la presentación y la higiene", asegura. Junto a él trabajarán quince profesionales.

La incorporación de este año al festival es la sidrería Nordeste, de Candás, que dirige José Gil. En su caso, el género también vendrá de Galicia, aunque todavía no hay nada confirmado. "Estamos buscando por todos los medios sardina asturiana, pero está difícil. Si no la conseguimos, la traeremos de Burela. Lo que tenemos claro es que no vamos a comprarla en el sur; la calidad es diferente", dice Ricardo del Valle, colaborador del Nordeste. Este empresario también pone el foco en el precio: "Está bastante cara. Está a cinco euros y algo, que más gastos de rula supera los seis euros. Pero para una ocasión como esta merece la pena rascarse el bolsillo".

Y es que Candás espera recibir el lunes a cientos de comensales con ganas de devorar sardinas.

Compartir el artículo

stats