Con los frutos rojos también se juega. Los más pequeños coparon al mediodía de ayer el protagonismo del festival del arándano y los frutos rojos de Villaviciosa, participando en un divertido taller de "jumping clay" en el que hicieron broches con formas frutales.

El "jumping clay" es una masilla de fácil modelado que, al cabo de 24 horas, adquiere dureza. "Es muy fácil de trabajar y muy divertido, tanto para los niños como para los mayores", explica Teresa Valdés, de "Jumping Clay Asturias", y que junto a Marta Suárez impartió el taller, en el que participaron 96 niños en cuatro tandas.

El objetivo del taller era hacer un broche con forma de arándano o fresa. Aunque los más pequeños recibieron la ayuda de sus padres, fueron ellos los que llevaron el peso de la actividad. "Lo importante es que vea que lo puede hacer por sí mismo", explica Román Castaño, que auxilió a su hijo Óliver en el taller. En el caso de Óliver, además, su padre incide en la importancia de poderle introducir en este tipo de actividades manuales, ya que es zurdo: "Yo también lo pasé y es muy positivo", explica.

Itziar Leal, por su parte, ayudaba a sus hijos Mateo y Macarena, quienes hicieron sendas fresas con rapidez y destreza. "Está muy bien, es fácil de trabajar y queda muy bonito. Y nos han dicho que en un día endurece, así que además se llevan un recuerdo", explica.

Además de este taller, el resto del festival también vivió una jornada exitosa. La feria de frutas y artesanía recibió cientos de visitantes, especialmente a la tarde, y los productores recibieron además una buena noticia por parte de la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, que anunció la convocatoria, en agosto, de las ayudas del Principado a las plantaciones de manzana y frutos rojos por un importe global de 200.000 euros.