El aeródromo de La Morgal acogerá este fin de semana la X Copa del Mundo de Acrobacias de aeromodelismo con grandes modelos. En el certamen participarán 22 pilotos y estarán representadas cinco naciones. Esta prueba supone la tercera parada del campeonato, tras Suiza y Francia, y será la única que se desarrolle en España. Al frente de la organización del concurso está Borja García (Posada de Llanera, 1976), presidente del Club de Aeromodelismo Vuela Llanera, un apasionado de esta disciplina "desde hace 27 años", cuando un profesor del colegio de Posada, "don Carlos", le metió "el gusanillo" en el cuerpo.
-Vivimos en 2016. Los jóvenes están locos con el "Pokémon Go", las redes sociales, los videojuegos... ¿Cómo se compite con eso para conseguir savia nueva?
-Para empezar, el aeromodelismo no tiene nada que ver con una videoconsola. Estás al aire libre, coges el avión con las manos, escuchas el sonido del motor... No tiene nada que ver con un juego en una pantallita. Y por supuesto que hay niños en el mundillo del aeromodelismo. Por ejemplo, hace un par de semanas estuvimos compitiendo en Romilly-sur-Seine, muy cerca de París, y había niños de 10 o 12 años.
-Y seguro que su manejo no tenía nada que envidiar al de los adultos.
-Todo lo contrario. Para empezar porque son una generación que están acostumbrados a manipular todo este tipo de mandos y máquinas y, por otro, porque no son conscientes de lo que tienen entre manos. No se preocupan de que si arriesgan mucho ese avión se puede romper, y lo que cuesta.
-¿Qué precio pueden rondar estas máquinas?
-Hoy en día el mercado ha cambiado mucho, sobre todo con internet. Tienes aviones desde algo más de cien euros, de iniciación, hasta otros que rondan los 6.000, que se podrán ver en el campeonato.
-Dejando de lado las diferencias obvias, ¿difiere mucho un avión de radiocontrol de uno tripulado?
-Estas naves son escalas de aviones de acrobacia reales, por lo que hay similitudes, pero también grandes diferencias. Los motores son de gasolina, de entre 100 y 200 centímetros cúbicos, de uno, dos o cuatro cilindros; alcanzan velocidades de uno 80 kilómetros por hora...
-¿A qué radio de distancia los pueden llegar a volar?
-Podríamos manejarlo a una distancia de cuatro kilómetros, pero el piloto nunca lo vuela más allá de 500 u 800 metros de distancia, porque más lejos perdería el contacto visual.
-Nada que ver con los drones, entonces.
-En absoluto. Es que además un avión de aeromodelismo no tiene nada que ver con un dron. Para empezar, porque están dando problemas en España. Lo nuestro es menos problemático, porque acatamos estrictamente la normativa, y los que vuelan drones muchas veces no. Por ejemplo, nuestro campo de vuelo, en la zona de San Cucao, está perfectamente homologado por la federación y no causamos ningún inconveniente.
-Con el aeródromo de La Morgal relativamente cerca, ¿es imposible que interfieran en el vuelo de las avionetas?
-Totalmente. Cumplimos la normativa y no hay problema. Aunque para el campeonato, que sí se disputará en La Morgal, se cerrará el tráfico aéreo. De hecho, quiero aprovechar para agradecer públicamente al coordinador de emergencias del Principado, que también tiene base en La Morgal, por las facilidades que nos han dado para organizar el certamen.
-Hablando del campeonato, ¿cuál será el plato fuerte?
-Tendremos pilotos de Francia, Suiza, India, Uruguay y, por supuesto españoles. Habrá un bonito duelo de tres días por llevarse el trofeo y haremos un concurso de 'torque roll', que será muy vistoso.
