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La Pola | Maravillas del mercado

Ciruelas, el refresco del verano

María Alicia Poladura vende la primera hornada del fruto veraniego, la amarilla, a la espera de la claudia, más tardía

María Alicia Poladura, con una caja con ciruelas.

María Alicia Poladura, vecina de Villaviciosa, vende en el mercado de la Pola desde hace muchos años. Ya de joven acompañaba a su madre al puesto que tenía bajo los aleros de la plaza. En su puesto hay siempre unos pocos productos, excedentes de la huerta que tiene en Rodiles, aquellos que se dan bien en cada temporada. En los meses de verano, además de las verduras, legumbres y huevos de casa, aparece una de las frutas estrella de la temporada: la ciruela.

"Normalmente, si hace buen tiempo, se pueden dar ya a mediados de junio, pero este año, como no vino bueno, se retrasaron un poco", afirma frente a dos cajas con las primeras ciruelas que han salido, las amarillas.

Estas son las más madrugadoras, y un poco más tarde llegarán las que están mejor valoradas por su sabor, siempre con un dulzor excepcional.

En cualquier caso, las ciruelas necesitan "que les dé el sol para que estén sabrosas y dulces". De lo contrario, pueden quedar un poco ácidas.

La ciruela amarilla, aunque no compite en prestigio con la claudia, tiene una ventaja para los productores: que es más resistente. "Una vez que maduran, aguantan muy bien en el árbol; sin embargo, la claudia es mucho más delicada, si te llueve cuando están maduras se rajan los frutos. Pero las amarillas no, quedan muy bien igual", relata. Pero cuando salen, unas y otras son un refrescante manjar de verano.

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