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Las clarisas de la Villa, en plan sellero

Las monjas, que festejan Santa Clara con el reparto de 300 panes, homenajean con un ramo de collares del Sella al piloñés que costeó su monasterio

Sor Esther y la postulante Andrea, ayer, en Villaviciosa, con una imagen de Santa Clara posada sobre varios collares del Sella. REPROD. DE M.M.

Las monjas clarisas de Villaviciosa ya lo tienen listo para celebrar hoy, por todo lo alto, la onomástica de su fundadora, Santa Clara. Y lo harán en plan sellero. Porque una las novedades de este año es que un ramo irá adornado con collares que se lucen en el Sella, los típicos de la fiesta de las piraguas. Es un guiño al origen piloñés de quien hizo posible que se levantara el cenobio, recuerda el cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez, que tiene una gran vinculación con las clarisas de Villaviciosa y que participará en la procesión.

Martínez explica que Francisco Rodríguez, natural de San Román, "donó su herencia para poner la primera piedra del monasterio y dejó una gran fortuna. Fue con lo que se construyó" el monasterio de la Purísima Concepción, fundado el 14 de enero de 1694. La generosidad de este piloñés ha pasado bastante desapercibida porque se ha sabido poco de él, aunque fue clave para la fundación del cenobio. Andrés Martínez ha recopilado su historia en un libro, que está a punto de publicar. "Me siento muy orgulloso de los piloñeses que han hecho historia y han pasado muy desapercibidos", destacó el cronista.

Una forma de recordar la figura de Francisco Rodríguez es hacerle un guiño en la procesión de hoy con los collares del Sella, pues no hay que olvidar que los orígenes del popular y famoso descenso de este río están en Piloña. Además, sus vecinos siempre se han encargado de poner el color a esta fiesta con sus llamativos collares.

Sí es más conocida la donación posterior de Francisco Rodríguez Busmayor, de Castropol, que decidió hacerse franciscano y se unió a la comunidad que entonces había en el monasterio de Capistrano. Durante estos días de atrás, las hermanas clarisas de Villaviciosa han estado trabajando para elaborar los 300 panecillos que hoy repartirán entre los feligreses que se acerquen a compartir con ellas su fiesta. La abadesa, María Luisa Picado, explica que el origen de estos panes está en dos milagros que se le atribuyen a la fundadora de esta orden, Santa Clara. La madre cuenta que uno de ellos fue cuando las hermanas estaban preparadas en el comedor para comer, pero no tenían qué llevarse a la boca. Así que Santa Clara decidió bendecir un pan y éste se multiplicó.

El otro milagro ocurrió "en otra ocasión, cuando el Papa las visitó y a la hora de la bendición, él le pidió que la hiciese ella y encima de los panes apareció una cruz", añade la madre abadesa. De ahí que estos panecillos que regalan las clarisas el día de su fiesta también lleven una cruz. La misa será a las doce del mediodía, en la iglesia de su monasterio, y la oficiará el sacerdote maliayés Juan Hevia. A continuación, saldrá la procesión hasta la parroquia.

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