La fiesta de Nuestra Señora del Cébrano, en Teverga, terminó ayer en el cuartel de la Guardia Civil. La tevergana Clotilde García presentó una denuncia contra la alcaldesa, María Amor Ardura (IU), por permitir la entrada y el estacionamiento de coches en el interior del cementerio municipal durante la jornada festiva. "Con la denuncia quiero que se depuren responsabilidades y que no vuelva a ocurrir, sólo pido que se cumpla la ley y que se tenga más respeto por las creencias de los demás", afirma la vecina.
García presentó el pasado jueves un escrito en el Registro municipal para prevenir esta situación, que ya se produjo el año pasado. En el documento, la vecina acude a la legislación estatal, autonómica y local sobre el uso de los cementerios para respaldar su petición, ya que en esas normativas se prohíbe la entrada de vehículos a los camposantos, a excepción de los coches fúnebres y los de obras con autorización oficial. "Vamos a dejar de lado si es profanación o no, yo no soy quién para interpretar las leyes, eso ya lo hará un juez", comenta García.
La mujer tiene enterrados en el cementerio local a su hijo Pablo Álvarez, fallecido cuando era un adolescente, y a su madre. Ayer no acudió a Carrea para no llevarse un "atragantón" como el del año pasado, cuando no pudo rezar ante la tumba de su hijo por la presencia de los vehículos, por lo que la denuncia fue tramitada en el cuartel de Piedras Blancas, en Castrillón. "El cementerio no se puede usar como el aparcamiento de un supermecado", añade.
García dice que los daños morales que le han causado serán difíciles de cuantificar, "pero, si tengo la razón, lo que quiero es que se cumpla la normativa, que se tenga más respeto y que ésto no vuelva a ocurrir", concluye.
