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Enólogo desde la cuna

Navelgas distingue a Rafa Somonte con el "Chosco de Oro" por su trabajo para modernizar la bodega familiar de Valdesoto

Rafael Somonte, en Oviedo. LUISMA MURIAS

Hablar de Somonte en Valdesoto es hablar de vino. Y lo es desde que, en 1956, Secundino Somonte fundase un negocio en la localidad sierense orientado a la distribución de vinos en las parroquias mineras de Siero. Así nació Vinos Somonte, que sigue activa sesenta años después, como bodega y distribuidora de vino, bajo la dirección de los hijos de Secundino Somonte. Por eso, en tierras sierenses a nadie extraña que un nieto de aquel emprendedor de los viñedos, Rafael Somonte, sea hoy un enólogo de prestigio pese a no haber cumplido aún los 34 años.

Será el 30 de agosto cuando Rafael Somonte llegue a esa edad. Por ello, el premio "Chosco de oro" de la Fiesta de los Pueblos -que recogerá el domingo en Navelgas- es aún más especial, aunque el enólogo le da un valor supremo por si mismo. "Es un honor para alguien como yo, que gran parte de mi carrera y de la experiencia que tengo las he hecho fuera, que los de casa me vean como alguien merecedor de este premio. Es muy agradable".

Sobre su trayectoria, Somonte recuerda la fascinación que, ya de crío, le generaba el mundo de la viticultura. "Empecé en el oficio en casa, jugando y aprendiendo. Me ponían en la embotelladora cuando estaban trabajando y era divertido. Luego, cuando tenía que estar por obligación, ya no era tan divertido. Pero fui aprendiendo", relata. Con los años llegarían los estudios de Ingeniero Técnico Agrícola en la Universidad de León y la Licenciatura en Enología por la Universidad de Valladolid. En la actualidad, el sierense continúa formándose y cursa estudios en el Institute of Masters of Wine, de Londres. Su experiencia profesional, además, tampoco se limita a los viñedos nacionales. De hecho, en 2012 Somonte se desplazó a las mismísimas Antípodas, a Nueva Zelanda, para conocer de primera mano otros métodos de elaboración de vino.

Con su experiencia, el de Valdesoto tiene muy claras cuáles son las cualidades que deben adornar a todo buen enólogo: "Hay que controlar bien tres facetas. Primero está el viñedo, lo que se logra conociendo los métodos de viticultura. Luego está la elaboración del vino, para lo que se requiere mucha experiencia y conocer bien distintas variedades. Y por último está todo lo relacionado con el marketing y la comercialización, que le da un valor añadido a los vinos".

Respecto al vino que se hace en Asturias, Somonte reivindica sus bondades, principalmente los salidos de la zona de Cangas del Narcea: "Se hacen vinos muy buenos. El tinto está muy bien, pero el blanco tiene aún más potencial. Esto se debe a nuestra climatología, pues se dan mejores condiciones para cultivar este tipo de uva. Yo tengo mucha confianza en la uva albarín blanco", sostiene.

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