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Italia, melódica para el amor

El grupo langreano "Padre Coll" ofrece una alocada comedia sobre un añorado romance de juventud en Venecia

Los actores de "El sueño de la vieya", durante la representación. G. B.

Humor y recuerdos de amor se dan cita en la última obra del grupo de teatro "Padre Coll", de La Felguera (Langreo), "El sueño de la vieya", que presentó en el XXVI Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA. La obra, dirigida por Juanjo Navarrete, ofreció una comedia con tinte romántico que contó con la ayuda de la Italia más melódica.

El recuerdo de un encuentro de amor mantiene viva a La Gringa, una anciana dueña de una casa de mala reputación. Su sueño es viajar a Venecia para reencontrarse con Giacomo, un italiano que conoció cuando ambos eran jóvenes. Dice tener una carta firmada por él en la que le perdona todo y le asegura que le esperará en la ciudad de los canales.

Éste es el único tema de conversación entre La Gringa y las empleadas y clientes de su casa. El recuerdo de sus andanzas de juventud añorando el amor. La mujer quiere viajar a Venecia, volver a ver a Giacomo. Necesita recuperar el amor para poder encontrar la paz en sus últimos días.

El planteamiento romántico choca con la ordinariez de sus compañeras, que al final muestran empatía y deciden ayudar a La Gringa. No lo tendrán fácil porque ni siquiera saben dónde está Venecia y no disponen de dinero suficiente para viajar a Italia.

En su empeño por agradar a la anciana harán lo imposible para que La Gringa se reencuentre con el amor de Giacomo y traman un viaje con la complicidad de todos.

Lo mejor de "El Sueño de la vieya" es el segundo acto, en el que se escenifica el viaje a Venecia. El momento del baile entre los enamorados ofrece una contenida emoción, a la que ayuda del tema "Venecia sin tí", de Charles Aznavour, que rompe el tono de la alocada comedia.

María José Herreno ofrece una interpretación muy completa de La Gringa, construyendo un personaje lleno de matices. Juanjo Navarrete tiene otro destacado papel y mostró los momentos con más humor gracias a su interpretación del estudiante que es pieza fundamental para ayudar a organizar el viaje a Venecia. Notable también fue la actuación de Miguel Ángel Peinado en su papel de cliente habitual e indispensable colaborador del proyecto.

El XXVI Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás. patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, acoge hoy la obra "Nun me llames Irene, que soy Bernardo", de José Ramón Oliva, puesta en escena por el grupo de teatro "Carbayín", de Siero. La compañía, dirigida por el propio Oliva, ofrece dos funciones en el Prendes: a las ocho de la tarde y a las once de la noche, del que es uno de los platos fuertes del Salón. En la obra, además de Oliva, intervienen Guillermo Suárez, Nati Fernández, Alberto Ramos, Susana Menéndez y Nacho Fernández.

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