El esperado semáforo de la carretera de Ferrera ya es una realidad. Tras cinco años de espera, los vecinos de la localidad pueden por fin atravesar la carretera entre Noreña y la Pola, que cruza el núcleo, con seguridad, después de que el Ayuntamiento de Noreña habilitase un paso de peatones y un juego de semáforos con pulsador. Unas medidas que entraron en funcionamiento al mediodía de ayer.

A la inauguración asistió un nutrido grupo de vecinos de la localidad, así como una representación de la corporación noreñense encabezada por la alcaldesa, Amparo Antuña. Los residentes agradecieron una medida que han reclamado con insistencia y que el consistorio ha solventado con una inversión muy ajustada de unos 20.000 euros, toda vez que la obra fue ejecutada por técnicos municipales. "Este semáforo es más que un semáforo: es un símbolo de que hay que escuchar a los vecinos y de que, si se quiere, se puede", afirmó el portavoz de Foro y Concejal de Hacienda, Inaciu Iglesias.