El Ayuntamiento de Noreña está decidido a acabar con los potenciales "puntos negros" de sus carreteras. Tras la reciente inauguración del semáforo de Ferrera, una vieja demanda de los residentes después de que el núcleo quedase dividido por la carretera a Pola de Siero, el consistorio ya trabaja en adecuar otras dos zonas potencialmente peligrosas: un cruce en La Mata y un tramo de Las Cabañas.

En el caso de La Mata, se trata de un cruce con poca visibilidad en el que los conductores que se incorporan a la vía procedentes de la calle del Fontán lo hacen en una zona entre dos curvas y tienen enfrente un muro de piedra de grandes dimensiones, lo que dificulta la visibilidad pese a tener como soporte un espejo.

En Las Cabañas, el problema viene dado por el hecho de que la vía se estrecha de manera notable en una zona en la que la calzada queda constreñida entre un muro de cierre de una finca y una vivienda. En ese caso, lo más problemático son unas deficientes marcas viales, ya que la calzada mantiene la línea de separación de los dos carriles pese a que no se da la anchura suficiente para que entre un vehículo en ninguno de ellos. Así las cosas, las propias marcas viales confunden al conductor.

Pese a que ambos problemas son de naturaleza distinta, el consistorio prevé una solución análoga: reforzar la señalización para alertar a los conductores del peligro. "La solución ideal pasaría por una actuación más compleja, ampliando la calzada. Es algo que queremos hacer en un futuro, pero a día de hoy es inviable, por lo que hemos optado por reforzar la señalización para alertar a los conductores", explica el concejal de Obras, Pelayo Suárez.